jueves, 25 de septiembre de 2014

UN NIÑO PRODIGIO: IRÈNE NÉMIROVSKY


En las tabernas de un puerto del Mar Negro, Ismael, un niño prodigio, canta los dolores y las alegrías de miserables y excluidos. Su talento precoz fascina a un poeta venido a menos que le introducirá en la corte de la «Princesa». Ismael se convertirá en el juguete de esa caprichosa mujer y conocerá el lujo de la sociedad aristocrática. Pero los mismos que le mimaban y aclamaban, lo abandonarán muy pronto a un trágico destino…

Irène Némirovsky 

Tenía muchas ganas de estrenarme con la obra de Irène Némirovsky y al ver su nombre entre los muchos de fantásticas escritoras en las listas de las organizadoras del reto Escritoras únicas, me dije que era una especie de señal. Irène es una de las recomendadas de Marilú en Cuentalibros, para ser más precisa, y en lo que buscaba sus obras, encontré esta cortita en la última Feria del libro de mi ciudad y a un precio espectacular, así que me la llevé a casa y una vez empezada no duró casi nada. 

Un niño prodigio es una historia corta, cortísima, apenas cien páginas contando el prólogo de esta edición el cual aconsejo no leer hasta una vez que hayan terminado la obra en sí porque es uno de esos que resultan maravillosos, pero que destripan el argumento y a mí en lo particular no me cayó muy bien. Por suerte, si se puede decir así, ya sabía de qué iba la obra y tenía una idea general respecto a cuál sería el destino de este niño que la autora retrata, pero lo que deseaba era conocer su viaje, las penurias de su existencia y ese destino al que se vio arrastrado de forma tan brutal.

Ismael Baruch, el protagonista de la obra, es un niño nacido en una familia judía muy pobre, de aquellas que viven en la miseria, criando niños que, o bien no llegan a la adultez, o se marchan pronto del hogar para buscar sus propios medios de subsistencia. El hecho de que Ismael fuera el menor de todos, el último que queda en el hogar, le permite disfrutar de un "privilegio"; recibir clases en la escuela, en donde atiende con interés hasta que se ve seducido por el trajín y los personajes de las tabernas ubicadas en las calles del puerto. Allí se encuentra a toda clase de seres marginados que lo acogen entre ellos como a uno más, en especial al descubrir el inesperado talento que el niño posee. Puede recitar las más bellas canciones nacidas de la magia de su imaginación con tanta sensibilidad que no hay quien se resista a oírlo. El niño se desenvuelve en este ambiente hasta que cumple los trece años, acostumbrado al halago, a ganar dinero gracias a su talento, en medio de noches de borracheras y desenfreno. Es aquí cuando podemos apreciar la vanidad que empieza a crecer en su interior y que se ve de pronto elevada hasta las nubes cuando llama la atención de un poeta que decide presentarlo a la mujer de quien está enamorado, una "princesa", mujer poderosa y caprichosa que al comprobar el talento de Ismael decide convertirse en su mecenas, llevarlo con ella y moldearlo a su interés. Desde luego, el cambio para el niño resulta chocante, pero recibe esa nueva y buena vida con toda la inocencia y la voracidad de quien solo ha conocido penurias. Sin embargo, está allí la duda de qué tan bueno será este nuevo ambiente para el niño, si es posible modelar el talento sin correr el riesgo de perderlo en el proceso, y si, al fin y al cabo, el niño prodigio no morirá ante el adolescente que no logra hallarse en medio de tantas expectativas, echando a perder su creatividad.



Irène Némirovsky escribió esta historia cuando tenía solo veinticuatro años, en la década de los años 30 del siglo pasado, y se conserva tan actual como si hubiera sido creada ayer. Su estilo es sencillo, pero profundo, de esos que se expresan con una claridad maravillosa y van asestando golpes certeros en los mejores momentos para que el lector sienta la necesidad de reflexionar acerca de lo que la autora quiere contarnos. Hay mucha crudeza, nada de vueltas innecesarias porque, al fin y al cabo, esta no es una historia alegre, es dura y dolorosa, pero real, y es imposible no pensar en los millones de Ismael que han debido existir en la historia, genios a quienes jamás conoceremos. 

Obviamente, he disfrutado mucho de este libro, me ha parecido una historia fantástica y me muero por buscar otros títulos de la autora; estoy segura de que los disfrutaré tanto como este. 


domingo, 14 de septiembre de 2014

BOOK TAG: LA ISLA DESIERTA




Hace mucho que no hago un Book Tag y hace poco vi este tan simpático que me encantó, de modo que decidí sumarme. Escoger libros siempre se me hace un mundo porque, ¿cómo escoger tus favoritos? O en este caso, aquellos que te llevarías a una isla desierta, además; pero supongo que allí radica parte del encanto, en el esfuerzo para escoger los libros de acuerdo a las especificaciones del meme de marras, o Book Tag en este caso. De modo que allí vamos.

1-¿Qué libro llevarías para releer?

Me la ponen difícil desde el inicio... Adoro releer; soy muy afortunada porque han llegado libros maravillosos a mis manos, todos ellos dignos ser releídos una y otra y otra vez. Voy a hacer una pequeña trampa y pondré dos, que juro me ha resultado muy difícil contenerme. Orgullo y prejuicio de Jane Austen y La sombra del viento de Carlos Ruíz Zafón.





2-¿Qué libro que estás deseando leer llevarías?

Aquí ha resultado un poco más sencillo porque tal vez no lo he comentado, pero tengo memoria de pez, así que si bien hay muchos libros que me encantaría leer, me resulta muy difícil recordarlos a menos que los tenga frente a mí. En este momento puedo pensar en uno que ha empezado a dar vueltas por aquí y por allá, que dicen es buenísimo y al que mi alma de romántica no se va a resistir de ninguna manera. Edenbrooke de Julianne Donaldson. 



3-¿Qué saga de libros te llevarías?

Volvemos con las dificultades. En u primer momento pensé en optar por la saga de Harry Potter, que soy muy fan, pero tras pensar un poco más en el tema, me quedaré con la extraordinaria historia de la Tierra Media, gracias al genio del gran Tolkien. 



4-¿Qué libro infantil te llevarías?

El primero que vino a mi mente es uno fantástico, que por cierto y respecto a una de las primera preguntas, releo cada tanto, porque lo vale. Siempre me ha costado ubicarlo en la categoría infantil, pero sé que en realidad lo es, y esta pregunta es una excelente oportunidad para mencionarlo. Matilda, de Roald Dahl.




5-¿Qué libro opcional te llevarías?

Una pregunta peligrosa, porque me dicen opcional y empiezo a nombrar títulos como que no hay mañana; pero ya que veo ese singular por allí, me contengo. Tras una mirada a la estantería, optaré por 84, Charing Cross Road de Helene Hanff, un libro cortito, pero contundente que puedo disfrutar sin cansarme nunca de él. 



jueves, 4 de septiembre de 2014

SI QUIERES ESCRIBIR: RAY BRADBURY



Si quieres escribir, si quieres crear, debes ser el tonto más sublime que Dios haya creado y haya dejado ir a pasear.

Debes escribir cada día de tu vida.

Debes leer libros estúpidos y horribles y también libros gloriosos, y dejar que ellos luchen en hermosas batallas dentro de tu cabeza; vulgar un momento, brillante el siguiente.

Debes merodear en las librerías, escalar las estanterías como si fueran escaleras para oler los libros como si llevaran perfume y llevar sobre tu cabeza libros como sombreros.

Deseo para ti un combate de lucha libre con tu Musa Creativa que dure toda tu vida.

Deseo locura y tontería y enajenación para ti.

Espero que vivas con la histeria, y que fuera de ella puedas hacer grandes historias, de ciencia ficción o de cualquier otra cosa.

Lo que quiero decir; espero que estés enamorado cada día por los siguientes 20.000 días. Y fuera de este amor, recrea un mundo.