Desde su publicación en 1961 este pequeño ensayo sobre La
experiencia de leer no ha dejado de ser reeditado al punto de convertirse en un
clásico. En él propone C. S. Lewis un «experimento» que procede al revés de lo
que es habitual en la crítica literaria: «juzgar la literatura a partir de cómo
es leída», no de una clasificación entre «buenos» y «malos» libros, sino entre
«buenos» y «malos» lectores. Los hábitos de lectura y los prejuicios asociados
a ellos, las distintas maneras de leer y las distintas satisfacciones -ciertas
o ilusorias, desinteresadas o egoístas- que cada cual obtiene de la
experiencia, son sometidas a un análisis entusiasta y heterodoxo, que consigue
exponer con humor, amenidad y brillantez, sin necesidad de caer en el
oscurantismo terminológico, la idea primordial de que «cualquiera que sea el
valor de la literatura, éste sólo se verifica cuando hay buenos lectores que la
leen». El lector al que todo le parece «lento», el que busca «verdades» sobre
la vida, o el que lee tan sólo para darse un baño de prestigio son algunos de
los modelos a los que pasa revista este ensayo, imprescindible para todo aquel
que ame los libros, y aún hoy novedoso y singular.
Cuando supe de este ensayo escrito por C. S. Lewis me dije que debía intentar conseguirlo porque, no solo el título es tentador, sino porque se trata de la obra de un autor al que respeto y admiro mucho. Ahora, esta es una lectura para saborear, analizar y reflexionar acerca de lo que Lewis comparte con nosotros basado en su experiencia, que no es poca; no solo fue un magnífico escritor, sino que fue también profesor de Literatura en Oxford durante muchos años y ello le permite expresarse con claridad acerca de un tema tan interesante.
He leído algunas críticas para este libro y son todas muy positivas, pero no quiero enfocarme en el análisis de sus ideas tanto como en el sentido sencillo que he encontrado en ellas según me he sumergido en la lectura.
Aquí Lewis no habla de buenos o malos libros, algo que aprecio porque ambos términos me parecen terribles; lo bueno y lo malo es subjetivo y depende mucho de nuestros gustos y estos son muy particulares. El autor se enfoca en el buen lector y el mal lector, pero no crean que lo hace con afán crítico, sino meramente analítico, de la misma forma en que explora en los hábitos de lectura y la forma en que nos "alimentamos" de ella, así como les comentaba alguna vez en otra entrada respecto a cómo la lectura se convierte en una forma de enriquecimiento en todo ámbito de nuestras vidas.
Lewis era un hombre muy lúcido, práctico, y bastante respetuoso de sus ideas, así como de la posibilidad de que pudiera estar errado, y comparte sus apreciaciones dejando abierta siempre la opción de estar o no de acuerdo con él. Menciona en su ensayo algunos libros que son considerados poco apreciados en su momento, y que no tienen mayor éxito, pero que pueden ser verdaderas joyas a ojos del lector correcto.
Comparte también ciertos términos para definir a los lectores; tales como lectores "mayoritarios" o "populares" y "minoritarios", refiriéndose con los primeros a quienes leen de forma un poco mecánica, por así decir, mientras que los segundos se toman el tiempo necesario para valorar, apreciar, y degustar la riqueza de la lectura; pero dejando en claro que la línea que separa a uno de otro es muy delgada y todos podemos pertenecer a ambos grupos en algún momento de nuestras vidas por distintos motivos.
Al final, de lo que trata este libro es de hacer un experimento con la mente abierta en la que los lectores nos analizamos a nosotros mismos, nos reconocemos en las palabras del maestro, y reflexionamos acerca de esa experiencia de leer en la que muchas veces nos sumergimos sin reparar en todo lo que implica. Si pueden dar con él, no dejen de leerlo, es una joya y estoy segura de que lo disfrutarán tanto como yo.
“Queremos ver también por otros ojos, imaginar con otras imaginaciones, sentir con otros corazones (…).Cuando leo gran literatura me convierto en mil personas diferentes sin dejar de ser yo mismo(…).Veo con una miríada de ojos, pero sigo siendo yo el que ve.”
Pues tendré que buscar este ensayo, que creo que me va a gustar también. Me gustan las citas que nos has dejado.
ResponderEliminarBesotes!!
Uy parece interesante, ya que al solo lo conozco por su obra sobre narnia. Veré si lo consigo, te mando un beso y buen fin de semana
ResponderEliminarEl libro lo tengo localizado en la biblioteca. Creo recordar incluso que no es muy largo ¿no?. Me gusta mucho el planteamiento, enfocado a cómo leemos, más que a los libros en sí. Porque es verdad que una lectura cambia mucho dependiendo del momento lector en el que estás, por eso a veces no es que los libros sean buenos o malos, sino que el momento ha sido bueno o malo.
ResponderEliminarGracias Aglaia. Besos
Hola Claudia, me parece una lectura muy interesante, me la anoto para intentar encontrarlo pues creo que me gustará mucho leerlo!!
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana!!!
Interesante lectura, a ver si me pongo buena y me apetece volver a leer. Un besazo.
ResponderEliminarParece que esta muy bien, pero por ahora no lo intento.
ResponderEliminarBesos.
Me parece un libro interesantísimo y lo voy a buscar. Estoy bastante de acuerdo en que los libros, en general, tienen que encontrar al lector adecuado. Yo nunca podré valorar la calidad de un libro si su género no me gusta o me resulta indiferente. Esta "crítica" al lector me parece interesante.
ResponderEliminarUn beso.
¡Qué entrada tan interesante! ^^
ResponderEliminarGracias =)
Una entrada magnífica y un libro que tiene que pasar por mis manos, me gusta como lo plantea. lo busco, lo busco. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarBesos
¡Hola mi tesoro! Muy bueno el ensayo. Es cierto que es subjetivo al lector el libro que tiene frente a el. Siempre llevamos una escala de valores y una carga emotiva que sencillamente tiende a influenciar. Muy bueno el post como siempre amiga. un beso enorme.
ResponderEliminarAnoto el título, me ha llamado muchísimo! No sé cómo no había escuchado de él antes.. En fin jaja. Ya te sigo, me encantó tu blog :)
ResponderEliminarInteresante...nunca habia oido hablar de él...seria logico que lo leyeramos haber que sacabamos de él,no? siiii,si que me gustaria leerlo,ademas las frases q nos dejastes,mas lo corto que es...si,si!
ResponderEliminarUn besito!
Pasa también cuando vas a ver una película aveces a mi me encanta y mi esposo sale desilusionado y ahí empezamos el debate, no todos leemos un libro en la misma situación emocional.
ResponderEliminarBesos,ana.
Me parece un experimento de lo más atractivo, y estoy de acuerdo en que al libro lo hace el lector, y todos somos de distinta manera y en distintas épocas de nuestra vida.
ResponderEliminarPreciosa última reflexión del autor :o)
Besotes sonrientes.
Me parece muy interesante y lucrativo este Ensayo.
ResponderEliminar¡¡¡Gracias compartir!!!
Abrazos y Besines.
Oh, me encanta Lewis y me encantan estas entradas sobre escribir de mano de grandes autores
ResponderEliminarBesos
No suelo leer muchos ensayos, pero este me llama especialmente, sobre todo por ese análisis de los buenos y malos lectores.
ResponderEliminarBesos:)
No conocía este ensayo que pinta de maravilla y trata sobre un tema muy interesante. Acabo de ver que lo tienen en la biblioteca, algún día me lo llevo a casa.
ResponderEliminarBesos