Junto con Cómo se cuenta un cuento y Me alquilo para soñar,
este volumen recopila la experiencia de García Márquez como coordinador del
taller de cine. Sobre el arte de contar, sus secretos, técnicas y problemas del
oficio. Un manual generoso y apasionante, ideal para aspirantes a escritores y
guionistas.
La sinopsis de este libro no es muy tentadora, y lo lamento
porque no le hace justicia a un trabajo de Gabo, pero intentaré hacerlo por
aquí ya que me parece un libro muy interesante e indispensable para los amantes
de la escritura y la lectura; en realidad, esta es una entrada antigua que subí hace un tiempo en mi otro blog, pero que me parece debe estar por aquí ya que este es un espacio en el que procuro compartir no solo mis lecturas sino también las enseñanzas de los grandes maestros acerca del noble arte de la escritura.
Supe acerca de este libro hace un tiempo ya, cuando vi en la
red un fragmento del mismo, tan solo lo que podría llamarse el prólogo, en el
que García Márquez compartía su amor por la escritura, la seguridad que obtuvo
muy temprano de que estaba destinado a escribir historias y la alegría que le
procuraba compartir sus experiencias. Cuando le propusieron hacer un taller de
cine en La Habana, no se lo pensó dos veces y aceptó encantado. Varios
afortunados mortales, todos enamorados de las letras y decididos a hacer de
ellas sus vidas, llegaron de diversas partes del mundo para participar de ese
taller, y las transcripciones del mismo vieron la luz en tres volúmenes; uno de
ellos, La bendita manía de contar, es el que llegó a mis manos.
Como menciono líneas más arriba, esta es una transcripción y
se presenta como tal, estamos ante una serie de conversaciones sostenidas a lo
largo del taller entre Gabo y los participantes del mismo, personas ya con
cierta experiencia en el arte de contar, pero que, como cualquiera en su lugar,
lo que deseaban era aprender del maestro y vaya que lo hicieron. Guionistas,
escritores y poetas de Argentina, México, España, Panamá, Cuba, etc, compartieron
sus ideas y el buen Gabo tuvo a bien discutir cada una de ellas y mostrarnos,
en el proceso, el noble oficio de contar.
Es un libro corto que apenas me duró un día, se imaginan lo
apasionante que resulta, y no creo que se trate solo del hecho de que me
encanta escribir, sino que leer para mí es una delicia y conocer parte de esos
incontables matices y trucos que lo hacen posible fue una experiencia
fantástica. Me permitiré compartir algunas frases de las muchas que guardé para
terminar de tentarlos a fin de que se animen a leerlo; sé que muchos de quienes
pasan por aquí aman las letras y creo que apreciarán este libro tan especial;
además, es la prueba esencial de que el gran Gabo está más vivo que nunca y eso
siempre viene bien recordarlo.
"Empiezo por decirles que esto de los talleres se me ha
convertido en un vicio. Yo lo único que he querido hacer en mi vida —y lo único
que he hecho más o menos bien— es contar historias. Pero nunca imaginé que
fuera tan divertido contarlas colectivamente".
"La mitad de los cuentos con los que inicié mi
formación se los escuché a mi madre".
"Los novelistas no leemos novelas sino para saber cómo
están escritas. Uno las voltea, las desatornilla, pone piezas en orden, aísla
un párrafo, lo estudia, y llega un momento en que puede decir: "Ah, sí, lo
que hizo fue colocar al personaje aquí y trasladar esa situación para allá,
porque necesitaba que más allá..." En otras palabras, uno abre bien los
ojos, no se deja hipnotizar, trata de descubrir los trucos del mago. La
técnica, el oficio, los trucos son cosas que se pueden enseñar y de las que un
estudiante puede sacar buen provecho".
"Pensemos en Casablanca. Hay un tipo que tiene un bar
en Casablanca. Llega un hombre impecablemente vestido y acompañado por una
hermosa mujer... No se dice nada, pero uno siente que están colocados ante una
situación terrible. Y luego descubrimos que esa gente se había conocido en el
Metro de París, precisamente el día en que entraron los nazis... Esas historias
que empiezan casi por el final tienen una ventaja: uno puede prescindir de los
detalles y concentrarse en lo esencial".
"En fin, hacer cine es una lucha constante. Y a veces
la prueba de un milagro, porque como medio de expresión una película puede ser
algo tan íntimo, tan personal —sobran los escritores y obras que lo
demuestran—, que podría parecer escrita a mano, en el rincón más tranquilo del
mundo... y sin embargo, ¡qué vorágine, qué locura! Así que cuando fui al Centro
Sperimentale di Cinematografia, en Roma, y vi los recursos que se necesitan
para hacer cine, me dije "Puta, ¡qué bueno que tengo mi maquinita de escribir!",
y me agarré a ella como el náufrago a la tabla, y me sentí feliz de saber que,
para cumplir su función, no necesitaba más que cinta y papel".
Hola guapa,
ResponderEliminarCreo que por ahora lo voy a dejar, pasar su autor no es uno de mis escritores favoritos.
Besos
Este no lo conocía, aunque si algún día me estreno con el autor será con el de Cien años de soledad.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Un beso ;)
Lo leí y me gusto mucho. concuerdo con tu reseña es un gran libro. Te mando un beso
ResponderEliminarEste creo que no me lo llevo por ahora que no me apetece mucho la verdad jeje
ResponderEliminarUn beso!
hola, ese autor es uno de mis eternos pendientes y a este paso ni llego!!
ResponderEliminarBesos!
Pues no conocía este libro de Gabo... Creo que a quienes nos gusta leer también nos gusta escribir, o al menos conocer cómo se escribe. Voy a buscar este libro ya mismo :)
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! Del autor aún no he leído nada, pero confío en poder ponerme con él este año, porque me atrae enormemente. La verdad es que desconocía la existencia de este librito, pero creo que voy a pasarme por la biblioteca para ver si puedo hacer con un ejemplar.
ResponderEliminarBesos y muchas gracias por esta bonita reseña.
Me quedo por aquí ^^
Hola, no lo conocía, claro que como no es mi tipo de lectura no creo que lo considere, aunque nunca se sabe.
ResponderEliminarBesotes.
Contar historias es lo único que he hecho bien... qué talento tan maravilloso, verdad? Ojalá lo tuviera yo ;o)
ResponderEliminarBesotes inocentemente envidiosos.
Este autor si que me gusta, y es de los pocos que me faltan
ResponderEliminarbesos
Hola, he leído algunas cosas de Gabriel Garcia Márquez pero este libro no lo conocía, de momento no creo que lo lea porque estoy un poco saturada de lecturas. Muchas gracias por descubrirnos una nueva novela de este genial escritor.
ResponderEliminarUn besazo.
No he leído nada del autor, quizás algún día… :P
ResponderEliminarUn abrazo =)
La verdad es que no es de mi estilo pero
ResponderEliminarmuchas gracias por la reseña :)
Un beso.
¡Hola cariño! Volviendo al ruedo de a poco. Márquez, genial, estilo {unico. Bello recordarlo a través de tu blog y palabras. Gracias querida amiga. Un beso enorme.
ResponderEliminarQué interesante! No lo conocía pero lo tendré en cuenta. Siempre se aprende de los grandes tanto leyendo sus novelas como "escuchando" sus consejos.
ResponderEliminarUn besin
Hola mi niña, no creo que me anime, no es mi tipo de lectura, pero siempre es grato leer tus reseñas y opiniones.
ResponderEliminarBesos.