martes, 20 de enero de 2015

CONSEJOS DE ESCRITURA



Vuelvo a la sana costumbre de compartir algunas frases relacionadas con la escritura provenientes de excelentes autores, con la diferencia de que, en lugar de dedicar la entrada a los sabios consejos de un solo escritor, decidí una recopilación de fantásticas citas de diversos autores, todos brillantes, cada quien con un estilo y sentido del humor muy particular, pero eso sí, todos coinciden en su amor por las letras y la certeza de que el escribir es un trabajo de largo aliento que tiene un tanto por ciento de inspiración, y una cantidad mucho mayor de esfuerzo y compromiso. Espero que les gusten tanto como a mí, que por cierto ya he tomado nota de varias. 



"No trates de escribir para un lector ideal. Seguro que existe, pero está leyendo a otro". "Sé tú propio editor. Cercano, pero implacable". Joyce Carol Oates

"No te sientes en mitad del bosque. Si te pierdes en la trama o no sabes cómo seguir, vuelve sobre tus pasos". "Rezar puede funcionar. O leer a otro. O tratar de visualizar el Santo Grial que es la imagen de tu libro publicado". Margaret Atwood

"No pongas una foto de tu autor favorito en tu mesa. Sobre todo si es un suicida". "Ponle un nombre a tu trabajo lo antes posible. Tienes que poseerlo, verlo. Dickens sabía que Casa desolada se iba a llamar Casa desolada antes incluso de empezar a escribir". Roddy Doyle



"El ritmo es esencial. No es suficiente con escribir bien. Estudiantes de escritura pueden elaborar una página de magnífica prosa, pero a veces carecen de la habilidad para arrastrar al lector al largo viaje que representa una novela". Sarah Waters

"Relee, vuelve a escribir, relee, vuelve a escribir. Si sigue sin funcionar, tíralo. Es sano y no debes sentir mala conciencia por los cadáveres de poemas y páginas que lo tenían todo excepto la vida que necesitaban". "Con frecuencia, un problema en un párrafo se arregla solo después de un largo paseo". Helen Dunmore

"La mejor forma de escribir un libro es escribirlo. Un bolígrafo es útil, un ordenador también vale, pero sigue llenando la página en blanco de palabras". "Describir es muy difícil. Recuerda que cualquier descripción es una opinión sobre el mundo. Busca un lugar desde el que mirar». "Diviértete". Anne Enright



"Escribe sólo cuando tengas algo que decir". David Hare.

"Aumenta tu capacidad lingüística. Las palabras son la materia prima de tu oficio. Cuanto más grande sea tu vocabulario, más eficaz será tu escritura". "No te limites a planear escribir: escribe. Sólo escribiendo, no soñando con escribir, desarrollamos un estilo propio". PD James

"Lee mucho". "Escribe mucho". "Aprende a ser autocrítico". "No te rindas". "Encuentra una historia que merezca la pena contar". "Ten suerte. "Mantén tu suerte". Ian Rankin




"Escribe para ti mismo, recogido, asombrado". Kerouac


jueves, 15 de enero de 2015

¡AL FIN!


Dicen que el que avisa no es traidor, de modo que, tal y como les comenté en una de las últimas entradas, vengo por aquí solo para dar de alaridos porque Cuando ya no te esperaba ha sido ya oficialmente publicada y entre otros sitios se encuentra aquí.

Me emociona mucho embarcarme en esta nueva aventura; cierto que he pasado meses envuelta en todo aquello que imaginan debe hacerse para llevar un proyecto como este a destino, pero es apenas ahora, cuando lo veo disponible, navegando entre las aguas de distintas plataformas (una que se pone poética), que lo contemplo al fin como un hecho tangible, algo real y por ello tan emocionante como aterrador, pero no aterrador en el mal sentido, sino en el mejor que uno pueda experimentar, porque es ese tipo de miedo que te mantiene alerta, que hace que tu sangre baile y se te acelere el corazón; el que sabes antecede a cosas buenas y malas, a incertidumbre y curiosidad; en fin, al futuro como lo conocemos todos y al que nos enfrentamos cada día aun cuando a veces no seamos conscientes de ello. 



Y bueno, la portada ya engalana el sidebar, creo que se ve muy bonita, y el tenerla allí será un constante recordatorio de un gran sueño cumplido que, más allá de las alegrías que pueda traer, se convierte en la prueba palpable de que, cuando trabajas muy, muy duro, te mantienes firme a tus creencias y principios y confías en que algún día, de alguna forma, tu esfuerzo se verá recompensado, los astros se alinean para que ello ocurra. Y sí, suena un poco a Coelho eso último, no diré que no, este señor tiene unas frases muy buenas. 

Termino ya, que se suponía escribiría solo dos líneas, pero se nota que no puedo contenerme y no quiero olvidar algo muy importante. A veces me resulta complicado responder los comentarios, tengo la fortuna de tratar en otras redes a muchas de las personas que me siguen y sigo por estos lares, de modo que puedo hacerles llegar mi agradecimiento por allí; pero comprendo que eso no es suficiente, y quiero subsanarlo. Quiero agradecer de todo corazón a todas y cada una de las personas que pasan por aquí, a quienes comentan y a quienes no, a todo aquel que me deja una palabra de aliento o un deseo de corazón; a quien curiosea y no se anima a poner en palabras sus opiniones, pero que me transmiten su buena vibra aun cuando quizá no sean conscientes de su poder. Mil gracias a todos por absolutamente todo, espero que este sea un paso más en la dirección correcta y que todo aquello por venir sea para bien.

Ahora sí, me despido, ya volveré con alguna otra reseña de los libros que he leído hasta este momento (he empezado el año lector con muy buen pie), y he pensado que quizá pueda compartir algunas cosas de la historia, creo que será divertido. Después de todo, de eso se trata todo esto, ¿no? De soñar, aprender, y divertirse mucho.


domingo, 11 de enero de 2015

LA EDAD DE LA INOCENCIA: EDITH WHARTON



Cuando la condesa  Olenska regresa a Nueva York tras un fallido matrimonio con un conde ruso, es acogida por su familia en un entorno plagado de desdeñable curiosidad, fingida amabilidad y falsos testimonios. Newland Archer, el prometido de su prima May, se ofrece para asistirla y apoyarle en todo cuanto pueda necesitar durante su periodo de adaptación a su nueva vida, sin embargo el inocente ofrecimiento se complica ante su inesperado enamoramiento de la condesa. Archer desprecia la soberbia que destila su propia clase social, sin embargo no puede prescindir de ella, está atrapado en su propia red y no ve escapatoria. El miedo a sí mismo y a la decepción le obligan a tomar la decisión que condicionará el resto de su vida. Una bella historia de amor ambientada en 1870 en la que la máxima es la apariencia y el deseo contenido de los personajes principales, el telón de fondo.



Si bien hace mucho tiempo deseaba leer esta novela, confieso que temía que mis altas expectativas se vieran defraudadas; pero por fortuna eso no ha pasado, al contrario, he quedado fascinada con la historia y, una vez más, rendida a los pies de Edith Wharton. En su momento reseñé Ethan Frome, una corta historia de esta autora que me encantó también, y creo haber mencionado su corto ensayo, Construir una novela, como una segunda Biblia personal. Y es que sí, Edith Wharton escribía de forma maravillosa y era dueña, además, de una claridad mental envidiable que le permitía plasmar de forma perfecta sus ideas en sus obras, fueran estos relatos de ficción o ensayos. Y como si eso fuera poco, tenía el punto preciso de ácido ingenio para retratar de forma brillante y con fina ironía a los personajes más deliciosos y las situaciones más complejas, disfrazadas de engañosa sencillez.








"El gusto por lo habitual era como ceniza en su boca. Había momentos en los que se sentía como si estuviera enterrado vivo bajo su propio futuro"











Wharton obtuvo el premio Pulitzer gracias a esta obra y no pudo ser más merecido. La trama no parece complicada, y es conocida por todos porque aún cuando no se haya leído el libro es casi imposible no haber caído rendidos ante la estupenda adaptación para el cine que hizo Martin Scorsese hace algunos años. Y un punto curioso a resaltar aquí respecto a esta película, es que el propio realizador reconoció que apenas hizo algunos ajustes a la historia, no necesitaba más; se dice con frecuencia que La edad de la inocencia marca una pauta en lo que a guiones cinematográficos se refiere.

Pero volviendo con la historia, nos encontramos en Nueva York en 1870, donde una rígida sociedad impone la norma, una plagada de hipocresías y verdades a medias. Newland Archer, uno de los protagonistas más inocentes y de alma más cándida acerca de los que he leído, está comprometido con la joven May, tan inocente en apariencia como se podría esperar en una joven de esa época, y él se siente extremadamente afortunado por ello; pero entonces aparece en escena la misteriosa condesa Ellen Olenska, quien regresa con su familia tras abandonar a su esposo, un cruel conde ruso con pésima reputación. Desde luego, en una sociedad en la que si bien se permite el divorcio, pero no el escándalo que conlleva, la irrupción de este personaje ocasiona todo un terremoto, uno que se lleva con excelentes maneras y emociones controladas, pero el impacto es innegable. 








"..tú no podrías ser feliz si eso significara ser cruel. Si actuamos de otro modo te estaría haciendo actuar en contra de aquello que más amo de ti y yo no puedo regresar a esa forma de pensar. No puedo amarte a menos que renuncie a ti."









Newland, en un principio se muestra crítico frente a la llegada de esta mujer, pero con el paso del tiempo irá acercándose a ella hasta ver tambalear los cimientos de sus creencias, y entonces... Bueno, no desgranaré la historia por si no han leído el libro o visto la película, que recomiendo hacer ambas cosas, por cierto, y pronto; pero lo que sí les diré es que se trata de una historia imprescindible, fascinante y contada con tanta soltura, ingenio y buen oficio, que es imposible no cerrar el libro con la sensación de haber pasado horas de horas en otro tiempo, rodeados por personajes que se quedan por siempre en nuestra memoria y cuyo fin es un poco nuestro también. Muy, pero que muy recomendable. 







"Era el espíritu del exquisito dolor romántico. La idea de que el sólo roce de la mano de una mujer era suficiente. La idea de que verla al otro lado de la habitación le mantendría vivo otro año más". Martin Scorsese 

miércoles, 7 de enero de 2015

CUANDO YA NO TE ESPERABA... ¡Y YO CON ESTOS PELOS!


Breve entrada para compartir novedades acerca de la publicación de Cuando ya no te esperaba. Iba yo muy tranquila disfrutando del último domingo, en una sana maratón de todas las adaptaciones de Jane Eyre que tengo a mano, y alternándolas con la lectura de La edad de la inocencia, que ya terminé y vendré a compartir la joya que es muy pronto en una reseña, cuando una amiga tuvo a bien contarme que Cuando ya no esperaba está ya en pre venta en Amazon, Amazon.es y Casa del libro (esto último me hace especial ilusión porque no tengo claro qué es exactamente, me suena tan lejano como Fnac, así que tiene un gusto muy particular...) y casi me da algo. En primer lugar porque aún falta una semana para la fecha de publicación oficial y luego porque esto lo hace más real. Soy un poco lenta y escéptica también, obviamente, así que el ver estas imágenes, visitar las páginas, esas cosas, lo convierten en un hecho tangible, o tanto como puede ser en esta época digital, y eso es genial; me tiene muy emocionada, pero con las expectativas controladas, solo me muero de ganas porque quienes se animen a leerla en su momento puedan sentir todo lo que quise transmitir al escribir esta historia.



Seguro que volveré luego a seguir dando lata con el tema, sabrán disculpar el subidón de emociones, pero mientras tanto me gustaría compartir la ficha de la novela que preparé en Goodreads, y el Booktrailer que logré armar y que me tiene muy contenta porque lo pasé de maravilla en el proceso.

Ficha de la novela en Goodreads por aquí...

Y el Booktrailer, con una canción preciosa de Ronna Reeves, por cierto, espero que lo disfruten.






domingo, 4 de enero de 2015

DECÁLOGO DEL PERFECTO CUENTISTA



Regreso después de un tiempo con una entrada relacionada con los consejos de grandes autores acerca del noble arte de la escritura. En esta ocasión, me gustaría compartir el Decálogo del perfecto cuentista, obra del ese gran dramaturgo, poeta y cuentista que fue Horacio Quiroga, autor uruguayo con una vida trágica y una obra muy interesante. No acostumbro escribir cuentos, me parece un arte delicado y complejo que requiere seguir unas reglas muy rígidas para mi mente dispersa, pero sí que disfruto leerlos de cuando en cuando, así que lo he pasado muy bien leyendo estas interesantes reglas compartidas por Quiroga que, creo, pueden aplicarse a todo género literario y, ¿por qué no? A la vida diaria; las encontré en Ciudad Seva, una página muy completa que les recomiendo mucho.

He aquí el Decálogo del perfecto cuentista según Horacio Quiroga: 



I

Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo.

II

Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.

III

Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia



IV

Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.

V

No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.

VI

Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: "Desde el río soplaba el viento frío", no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.



VII

No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

VIII

Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.

IX

No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino

X


No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.