lunes, 30 de enero de 2017

EL SECRETO DE GAUDLIN HALL: JOHN BOYNE



Después de perder a su anciano padre, la joven Eliza Caine no tiene más opción que aceptar un puesto de institutriz en la mansión de Gaudlin Hall, en Norfolk. Pero lo que debería ser un trabajo digno y sencillo se convierte en una experiencia espeluznante. En cuanto se apea del tren, un par de manos invisibles intentan arrojarla a la vía, y cuando finalmente llega al caserón, los únicos que salen a recibirla son dos niños, Isabella y Eustace, que aparentemente viven solos. Eliza no sabe quién la ha contratado, y una serie de extraños sucesos la convencen de que algo muy grave está ocurriendo en la casa. Es como si una presencia maligna, que parece querer proteger a los pequeños, se manifestara continuamente, por lo que Eliza comprende que deberá desvelar los secretos que Gaudlin Hall guarda celosamente.



Compré este libro en una de mis últimas visitas a la librería llevada en parte por la portada, que creo que es preciosa y un poco más debido a la sinopsis, que me pareció muy tentadora; leo poco del género, el suspenso me encanta, pero no he tenido la suerte de encontrar muchos libros que me convencieran y de allí que no busque nuevos con mucho ahínco, pero este se me puso en el camino e hice muy bien en darle una oportunidad. Además, una vez que lo tuve en casa y revisé su ficha en Goodreads, una costumbre que tengo desde que empecé a usar la página, "descubrí" que pertenece al autor de El niño con el pijama de rayas, un libro que disfruté mucho en su momento, así que tenía todas las papeletas para ir a ganador y así fue.

El libro se lee en un suspiro, y tal vez lo hubiera terminado más rápido de no ser porque soy cobarde y me negué a leerlo de noche porque el autor hizo un trabajo estupendo al imprimir un ambiente de aprehensión durante toda la historia. No hay momento en que no sospeches que algo muy, muy malo va a pasar, y la verdad es que sí, pasa, de modo que no hay forma de leer tranquila sin atisbar bajo la cama y mirar sobre el hombro, solo por si acaso. 




Algo que disfruté mucho de la historia de Eliza Caine es que está ambientada en la Inglaterra Victoriana y es un homenaje a las historias de la época, a las góticas, esas que transcurren en caserones habitados por fantasmas, con heroínas en apariencia desvalidas y niños que te ponen los pelos de punta porque no tienes muy claro quiénes son y qué es lo que quieren exactamente. En El secreto de Gaudlin Hall hay mucho de todo esto, la protagonista Eliza es una joven poco agraciada que trabaja en una escuela en Londres como maestra, pero cuando su padre muere en tristes circunstancias, decide abandonarlo todo y responder a un misterioso anuncio en el diario en busca de una institutriz para unos niños. Lo que viene ya se lo pueden imaginar, creo que allí radica el encanto de la historia, en la habilidad del autor para tomar una serie de tópicos conocidos y crear una historia que mantiene al lector enganchado de inicio a fin, sufriendo por la protagonista, que de desvalida tiene poco y se revela como un personaje fabuloso, así como en un viaje muy entretenido para descubrir junto a ella cuál es en realidad el misterio de Gaudlin Hall. 



La atmósfera del libro, las menciones a Dickens, a la sociedad de la época, la excelente y cautivadora protagonista, todo ello me ha enamorado y he terminado la historia con mucha pena y otro tanto de miedo porque el desenlace resultó tan perturbador como cabía esperar en una historia de este tipo. Si tienen la oportunidad, espero que se animen con él, seguro que les hará pasar un muy buen rato. 

miércoles, 25 de enero de 2017

VENCIDA: HOPE TARR



Conocida por todos como la «doncella de Mayfair» por su virtud inquebrantable, su resolución y su elevado concepto de la dignidad, Caledonia Rivers (Callie) es la líder de las sufragistas londinenses, la imagen perfecta de lo que tanto disgusta a todos aquellos que están en contra de que las mujeres se metan en líos políticos y pretendan tener un papel en la sociedad. Agitadores, lunáticos e incluso prostitutas la detestan. Sin embargo, estos no son sus mayores enemigos: Caledonia tiene uno peor, un parlamentario dispuesto a no detenerse ante nada para evitar que las mujeres puedan votar y, al mismo tiempo, alguien que desea destrozar su reputación por encima de todo.

Hadrian St. Claire lleva una mala temporada con las cartas, muy mala, que amenaza con hacer que sus huesos acaben en el fondo del Támesis Por eso, aunque a regañadientes, acepta por dinero seducir a la famosa líder para después fotografiar con su cámara la que ha de ser su caída en desgracia. Pero la bella Callie, encantadora y de voz seductora, poco tiene que ver con la idea que él se había hecho de una solterona desgarbada que odia a los hombres. Y mientras la pasión entre ambos pasa de las chispas a un fuego más que ardiente, quien finalmente está en peligro de ser vencido es el propio Hadrian.St. Claire.





Hace unos días me di el gusto de hacer una excursión librera para surtirme de nuevos títulos para la estantería, como si no tuviera bastantes en espera. Entre ellos, llevé para casa este que les traigo hoy, Vencida, de Hope Tarr, una autora de la que ya había leído algo antes No se puede vivir sin amor, que sin llegar a convencerme del todo me entusiasmó. El balance de este, sin embargo, ha resultado bastante superior.

No me queda claro si este libro puede ser considerado romántica erótica, supongo que sí, porque hay escenas de cama bastante audaces, pero creo que la línea de la erótica está bastante desdibujada y por eso voy un poco de puntillas en lo que a ello respecta y con cuidado de no ofender a nadie, porque al fin y al cabo los gustos son cosa muy relativa. En lo personal, sin ser un género que acostumbre leer, puedo disfrutar de una buena historia erótica que presente una trama bien construida y en la que el erotismo esté presente sin resultar innecesario y  vaya acorde con la historia en sí; como digo, es un tema de gustos, pero hay una diferencia sutil entre erotismo y porno y a mí el segundo no me va. Pero Vencida no tiene nada de lo segundo, gracias al cielo sí mucho del primero, y del bueno, de modo que lo he disfrutado bastante. 





Nuestra protagonista es líder del movimiento sufragista, algo que me encantó porque es un tema que me resulta muy interesante, y aunque he leído varias novelas románticas que lo tratan, esta es la primera con que me topo en la que se profundiza en él. Ese es  precisamente un gran punto a rescatar de la historia y de la autora, la tremenda labor de documentación que revela el libro. Aquí conocemos al movimiento en sí desde lo más íntimo, sus miembros, los acontecimientos que entorpecieron su lucha y los muchos obstáculos presentados por esas nefastas personas que se encuentran en todo periodo de la historia. Caledonia Rivers es una mujer muy segura en lo que a sus ideas políticas se refiere, todo lo opuesto a la forma en que lleva su vida personal. Tiene un pasado que le ha dejado cicatrices profundas como mujer, de modo que decide entregarse al cien por ciento a su lucha para obtener el voto femenino. Callie es un personaje interesante, complejo, y que de entrada resulta admirable por sus convicciones, pero con todo tiene fallos, a veces una idea un tanto cuadriculada en su manera de ver la vida, pero en el transcurso de la historia crece y evoluciona, comprendiendo que hay mucha injusticia en el mundo y que no le vendría mal abrir un poco la mente y los ojos para mirar alrededor y descubrirlo. Y para eso está Hadrian.

Hadrian St. Clair es también un personaje muy rico. Un hombre salido de lo más bajo que fue rescatado en un momento crítico de su vida y que intenta mantenerse a flote pese a los traumas y las difíciles circunstancias que le han tocado vivir. Su pasión es la fotografía, a lo que se dedica, y gracias a él y, de nuevo, a la excelente labor de documentación de la autora, conoceremos mucho del tema y de los adelantos de la época, de cómo era vista la fotografía en aquellos tiempos, el negocio tras ella y ciertos tecnicismos que no resultan en ningún momento innecesarios. Hadrian es un hombre imperfecto, uno de esos personajes que se equivocan, como lo hacemos todos y que a veces se ve con los resultados de esas metidas de pata sin que pueda hacer mucho por resolverlas, como le pasa con Callie, pero es también lo bastante decente para plantarles cara e intentar, un tanto a lo desesperado, encontrar su absolución. Y eso, claro, lo vuelve aún más interesante.

La única pega que siento que podría ponerle a la historia es el desarrollo de la historia de amor en sí, que no terminó de enamorarme hasta casi el final. El inicio, ese periodo mágico en que el enamoramiento empieza a atisbar, me resultó demasiado rápido y algunas actitudes, en particular de Callie, me resultaron poco creíbles, pero bien podrían ser cosas mías, que me gustan los romances a fuego lento, que crecen firmes y con paso seguro. Fuera de ello, la historia es muy bonita y creo que no hace falta ser admirador del género para apreciarlo, basta con sentir curiosidad por la historia y por la lucha sufragista en particular. Según sé este es el primer libro de una serie y estoy segura de que iré por los que siguen. 



domingo, 22 de enero de 2017

UNA NUEVA AVENTURA. SÍ. OTRA



Y sí, voy por el mundo en plan aventurero, que se podría decir, ¿pero hay algo más bonito que  hacer lo que te gusta con pasión aun cuando no tengas idea de cuáles serán los resultados? Seguro que lo hay, claro, pero esta es mi forma. 

En esta ocasión vengo a contarles que he empezado una nueva andadura, esta vez de la mano de Harlequín, con quienes ya  había tenido el gusto de publicar hará un par de años, si bien entonces se trató de una novela histórica y esta es contemporánea, una muy especial para mí porque he podido volcar en ella muchas de las cosas que más me gustan como lectora y cinéfila. 

No sé ustedes, pero quiero pensar que mucho sienten el mismo gusto que yo por esas comedias románticas, en particular de los noventas, que puedo ver mil veces sin cansarme y con la certeza de que terminaré con una gran sonrisa en el rostro al aparecer los créditos. Esas historias sencillas, pero cargadas de sentimiento y una manera básica y sabia de ver la vida y el amor que te dejan con el corazón como si se encontrara cerca de una chimenea y palpitara con un poquito más de rapidez y esperanza. ¿No digo que soy una romántica?



Y de eso se trata Lo mejor de mí; es un pequeño homenaje a esas historias, con situaciones románticas y divertidas que los protagonistas viven en su búsqueda de eso que ni siquiera buscaban en primer lugar, ¿por qué no es bonito encontrar aquello que nos hará felices casi sin darnos cuenta? Además, y por primera vez en una de mis historias, me he permitido declarar mi amor a Jane Austen a gritos. Bueno, no lo he hecho yo, eso es cosa de los personajes, pero la idea es esa. La protagonista está obsesionada con Sentido y sensibilidad y adora al Coronel Brandon. Tiene muy buen gusto, todo hay que decirlo.

Pues he allí esta nueva aventura que hasta ahora me está dando muchas satisfacciones; más allá por lo que pueda o no depararle el destino, por lo que significa para mí el que vea la luz y esté a disposición de quienes quieran leerla. 

Aprovecho esta entrada para contarles que tengo un sorteo activo en mi página de Facebook por si desean pasarse y participar, es todo muy sencillo, pero quería darme el gusto de organizar algo como una pequeña celebración.



Preparé un booktrailer porque me parece de lo más divertido y se los muestro por aquí. Una no es Fellini, pero le he puesto corazón.



Y ya. Esta iba a ser una entrada corta, pero los resúmenes y yo no nos llevamos bien. Gracias por leer, y sobre todo muchas gracias por estar. A la aventura.


lunes, 16 de enero de 2017

EL COLOR PÚRPURA: ALICE WALKER



En el sur de los Estados Unidos ser negro no es ninguna ganga, pero ser, además, mujer, empeora la situación. "Mírate. Eres negra, eres pobre, eres fea, eres una mujer. Vamos, que no eres nada", dice a Celie en una ocasión su marido. Celie le fue entregada en matrimonio cuando, después de enviudar, buscaba una sustituta que le cuidara los hijos. Él prefería a Nettie, la hermana de Celie, pero el supuesto padre de ambas le propuso una permuta - con el incentivo de una vaca de regalo - porque creía más difícil "colocar" a Celie, a la que había estado violando sistemáticamente desde los trece años - hasta el punto de que concibió dos hijos, de cuya desaparición él mismo se ocuparía poco después de su nacimiento-. Para colmo, Celie es bruscamente separada de su hermana, la única persona por quien siente afecto y confianza. Incomunicada de ella, golpeada, usada y vejada por su marido, en su extrema soledad e infinita vergüenza encuentra un único consuelo: contar por escrito su desgraciada vida en unas cartas que, a falta de destinatario, dirige a Dios. A través de ellas desgrana su existencia monótona y sumisa, y el cambio que se va operando en ella misma hasta poder reconocerse como ser humano, al tiempo que denuncia las distintas formas de humillación y explotación del negro y reflexiona sobre la rebeldía, el odio, el afecto, el sentido de la religión, la tolerancia, la voluntad, las diferencias...



Es difícil reseñar un libro como El color púrpura porque, a pesar de su brevedad y de la forma en que está contado, dice mucho, pero intentaré hacerlo lo mejor posible; con poder expresar de alguna forma todo lo que me ha hecho sentir, me daré por bien servida.

Creo que casi todo el mundo debe de haber visto u oído hablar de la adaptación cinematográfica de esta historia, que tiene ya algunos años, protagonizada por Whoopi Goldberg y Danny Glover. Fue todo un éxito en su momento, con muchos premios y todo tipo de reconocimientos, pero es poco lo que se sabe del libro, al menos ese es mi caso, sabía que existía, pero nunca pensé en ir por él o me generó un gran interés. Ahora, sin embargo y por azahares del destino, él vino a mí y he disfrutado mucho de su lectura. El color púrpura pertenece al género epistolar, toda la historia llega a nosotros por medio de cartas, la mayor parte de ellas escritas por su protagonista, primero dirigidas a Dios y luego a su hermana perdida; la forma en que Celie escribe, con una inocencia y honestidad desgarradoras, no pueden menos que conmover profundamente al lector y en ello radica gran parte del libro, creo, porque al leer este testimonio de vida, que es al fin y al cabo lo que se nos presenta, pasamos de alguna forma a ser destinatarios de estas confidencias; es parte de la magia de la literatura, implica a autor y lector a un grado tan íntimo que las barreras de la realidad se difuminan y nos vemos siendo parte de la historia.

El inicio de la novela nos deja bastante clara la vida de la protagonista y es, a mi parecer, lo más duro de todo porque conocemos de golpe todos los horrores por los que Celie ha tenido que pasar. Ella es una joven mujer negra de una zona rural de Estados Unidos que para una edad muy temprana ha tenido que enfrentarse a los malos tratos, al abuso sexual por parte de su padre, dos embarazos, verse despojada de sus hijos y luego entregada en matrimonio a un hombre mayor que solo la quiere para que se haga cargo de sus propios hijos. No hay asomo de amor de por medio y sí mucho desprecio; Celie pasa del abuso en la casa paterna al que le toca en suerte en la de su marido. Hasta aquí, el panorama es desolador, y sin duda chocante, pero lo bello de esta novela es que aún en los pasajes más duros siempre asoma un rayito de esperanza, por pequeño que pueda ser. Celie solo tiene un amor en aquella época, su hermana Nettie, y también a ella la pierde, pero ninguna renuncia a la otra, se mantienen en contacto por medio de cartas que se retrasan y pierden a través de mares y el tiempo, pero que están allí a pesar de todo, son una muestra de amor, devoción y lealtad, la seguridad de que, aun cuando estas cartas nunca lleguen a sus destinatarias, son un testimonio de que la esperanza aún existe y que no todo está perdido por mal que se presenten las cosas.



A pesar de lo duros que son los temas que se tratan en este libro, las cartas por medio de las que está narrado tienen un tono ligero, sencillo y con una buena carga de humor, alguno inocente, otro algo más cínico, pero humor al fin y resulta curioso cómo se puede escapar una sonrisa en medio de tantos horrores. Celie es un personaje maravilloso, me ha encantado, inspira una ternura inmediata y me fascina su desarrollo a través del tiempo, como pasa de ser una niña asustadiza y resignada a su suerte a una mujer que aprende a base de experiencias y buenas personas que llegan a su vida cuánto vale y todo lo que puede hacer por sí misma. Y como ella creo que casi todos los personajes que se nos presentan evolucionan de distintas formas, algunos para bien, otros tantos para mal, pero siempre con la certeza de que son sus actos los que dominan en gran parte sus destinos. 

Recomiendo mucho este libro para cualquier lector, más allá de sus preferencias, porque resulta una historia atemporal que refleja una época lejana, pero que puede perfectamente adecuarse a lo que vemos en la actualidad, no solo en lo que a las mujeres se refiere, sino a la humanidad en general. Desafortunadamente, los prejuicios no entienden de géneros o épocas.

Hay una escena muy linda en la adaptación de Spielberg que me gusta mucho, es cuando Celie va a un bar con su marido pese a que él no la quiere allí porque se muere por oír a Shug, esa diva que pasa a formar un parte vital en su historia. La canción es preciosa, perfecta para esa alma noble que es Celie, una forma de darle valor y esperanza. Espero que les guste si no la conocen y se animen con el libro, seguro que no se arrepentirán. 


sábado, 7 de enero de 2017

EL LABERINTO DE LOS ESPÍRITUS: CARLOS RUIZ ZAFÓN



En la Barcelona de finales de los años 50, Daniel Sempere ya no es aquel niño que descubrió un libro que habría de cambiarle la vida entre los pasadizos del Cementerio de los Libros Olvidados. El misterio de la muerte de su madre Isabella ha abierto un abismo en su alma del que su esposa Bea y su fiel amigo Fermín intentan salvarle.

Justo cuando Daniel cree que está a un paso de resolver el enigma, una conjura mucho más profunda y oscura de lo que nunca podría haber imaginado despliega su red desde las entrañas del Régimen. Es entonces cuando aparece Alicia Gris, un alma nacida de las sombras de la guerra, para conducirlos al corazón de las tinieblas y desvelar la historia secreta de la familia… aunque a un terrible precio.

El Laberinto de los Espíritus es un relato electrizante de pasiones, intrigas y aventuras. A través de sus páginas llegaremos al gran final de la saga iniciada con La Sombra del Viento, que alcanza aquí toda su intensidad y calado, a la vez que dibuja un gran homenaje al mundo de los libros, al arte de narrar historias y al vínculo mágico entre la literatura y la vida.



Da gusto pasar por aquí con la primera reseña del año para compartir un libro que esperé con muchas ansias y que me ha dado incluso más de lo que esperaba. La saga del cementerio de los libros olvidados es una de mis favoritas y Zafón uno de los autores a quienes más admiro, de modo que esperaba esta última entrega como agua de mayo. Y me ha encantado.

La historia de El laberinto de los espíritus es extensa y nos permite cerrar de forma apropiada una saga tan compleja y apreciada. Quienes la seguimos fielmente nos preguntábamos qué habría sido del buen Daniel Sempere, del querido y ácido Fermín y tantos personajes entrañables, pero en especial en lo referente al primero estaba en el aire la pregunta respecto a su origen, los secretos del mismo y si sus sospechas recibirían respuesta, así como si tendría la oportunidad de enfrentarse a ella y salir bien librado de la prueba, porque ya se sabe que la verdad es cosa muy bella, pero también peligrosa y no todos le hacemos frente con entereza. Aquí recibimos esas respuestas a la par que Daniel, sin olvidar toda una trama secundaria que, como siempre consigue Zafón, se entrelaza con las demás de forma extraordinaria.



Tengo que mencionar que la pareja formada por Alicia Gris y Vargas, ese par de personajes que debutan en la saga, ha resultado una sorpresa muy agradable. Vargas es un "perro viejo", por usar una expresión, un policía de vieja escuela, un tanto cansado del mundo, con una desgracia personal a cuestas, pero que guarda una ternura encantadora y que no teme mostrarla, al menos cuando encuentra a quien la merezca. Y ese es el caso de Alicia, una mujer formada con dureza y que ha absorbido de mala manera cuán cruel puede ser la vida y está acostumbrada a recibir un golpe tras otro. Me recordó mucho a Nuria Monfort, ese personaje de la saga que está entre mis favoritos, un tanto a Nikita, la espía francesa, y no resulta exagerado porque al fin y al cabo Alicia tiene una formación de espía y eso la convierte ya en un personaje interesante. Pero si a todo eso se le suma una historia personal tan triste y colmada de pérdidas, con un mundo interior torturado y un no saber cuál es su lugar en el mundo, si es que lo tiene, entonces estamos ante un personaje redondo. Me encanta que sean ellos quienes de alguna forma vayan desenredando la punta de la madeja para desentrañar el misterio de esta saga que los lectores solo hemos ido conociendo a partes a través de los años. Y es que el Cementerio de los libros olvidados es como un gran laberinto que encierra mil secretos y los personajes que lo habitan o se ven tocados de alguna forma por su magia no son nunca más los mismos.  

La idea de un lugar en que se encuentren prácticamente todos los  libros del mundo, en espera de quien vaya por ellos para darles un lugar en su vida y sacarlos así del olvido es  maravillosa, pero esta es solo una pequeña aunque vital parte de la historia; creo que es importante señalarlo. En realidad, siento que cada uno de los libros de esta saga profundiza de una forma increíble en los seres humanos y sus muchas aristas. Más allá de esas descripciones interminables y las palabras a veces rebuscadas que en lo personal tolero solo en ciertos autores, como es el caso de Zafón, y que, estoy segura, quizá a muchos les provoque reservas, la verdad es que en cada letra, en cada arco de la historia, en los mundos interiores de cada personaje se respira vida, y eso para mí es extraordinario. 



La saga del Cementerio de los libros olvidados me ha acompañado durante años y sus personajes son, por efecto del talento de Zafón y de esa humanidad de que ha conseguido dotarles, seres vivos a quienes quiero y me moría de ganas por conocer su final, o mejor dicho las actualizaciones que nos ha dado el autor aquí, porque personajes como ellos en realidad no tienen un final propiamente dicho. Fermín es mi adoración y he disfrutado como una niña de sus aventuras, las de Daniel, la entrada en escena de Alicia y Vargas,  papá Sempere, Beatriz, Fernandito, el pequeño Julián; en fin, todos y cada uno de ellos, villanos incluidos, porque qué sería de una historia de Zafón sin esos villanos que nos recuerdan lo peor de la humanidad, esa que siempre está a la espera en cada esquina de nuestras vidas, algunos  malos y otros peores. 

Resulta impresionante cómo un libro tan extenso puede atrapar de tal forma que bien hubiera podido tener cien páginas o mil, el resultado sin duda hubiese sido el mismo; el enganche es tal que uno no lo siente ni resulta pesado en ningún momento y cuando llegas al final te preguntas por qué no hay más, te dices que no quieres cerrarlo porque eso significará que en verdad ha terminado, pero entonces recuerdas la historia en sí y sus muchas enseñanzas y en particular aquella frase: "Una historia no tiene principio ni fin, tan solo puertas de entrada." Y te dices que has sido afortunada porque en algún momento, por un azar del destino, te topaste con la puerta de entrada a esta saga que te inspiró mil emociones y eso es algo para agradecer por siempre. Sobra decir que lo recomiendo mucho.