viernes, 28 de agosto de 2015

EL CANTO DEL CUCO: ROBERT GALBRAITH



Una joven modelo con problemas emocionales cae desde su balcón de Mayfair en plena noche. Su cuerpo yace en la calle nevada. Todo el mundo asume que ha sido un suicidio, excepto su hermano, que contrata los servicios del investigador privado Cormoran Strike para que se encargue del caso.

Veterano de guerra con secuelas físicas y psicológicas, la vida de Strike es un desastre. El encargo le da cierto respiro económico, pero cuanto más profundiza en el complejo mundo de la modelo, más oscuro parece todo y más se acerca Strike a un gran peligro.

Un elegante misterio impregnado de la atmósfera de Londres, desde las calles más selectas de Mayfair hasta los pubs ocultos del East End o el bullicio del Soho.



El canto del cuco es la primera entrega de una serie de libros publicados por J.K. Rowling bajo el seudónimo de Robert Galbraith; todos ellos dentro del género policial. Soy una gran admiradora del trabajo de J.K., creo que es una escritora estupenda, y tenía muchas ganas de leer algo escrito por ella que estuviera fuera del universo de Harry Potter, precisamente porque creo que es capaz de escribir de géneros muy distintos y salir airosa del desafío; con El canto del cuco ha dado sobradas muestras de que así es. 

Rowling ha mencionado más de una vez en diversas entrevistas que lo pasó muy bien escribiendo y publicando bajo un seudónimo ya que no sufrió la presión de las críticas, expectativas, ni debió enfrentarse a todo ese aparato publicitario que parece no gustarle mucho. Por el contrario, según se dice envió el manuscrito a algunas editoriales, siendo rechazado al menos por una, por cierto, y ese gozo que le produjo esta nueva aventura es evidente en la historia.

El canto del cuco me ha recordado a esas historias de detectives clásicas en las que se presenta a unos protagonistas carismáticos y talentosos que se unen para desentrañar los misterios más enrevesados. Aquí tenemos a Strike, un detective algo venido a menos, que apenas puede pagar el alquiler de su oficina y que se ve en la necesidad de usarla incluso de vivienda, ya que acaba de romper por centésima vez con su novia de muchos años, una a la que lo une una relación más que destructiva. En esas está cuando llega Robin, su secretaria temporal, a quien casi mata en un hilarante accidente al conocerse, lo que supongo es un motivo tan bueno como cualquier otro para forjar una buena amistad. Con Robin llega el primer cliente solvente de Strike en un buen tiempo, un joven abogado que le pide que investigue el aparente suicidio de su hermana, una famosa modelo que murió pocos meses antes al caer del balcón de su apartamento. La policía cerró las investigaciones declarando que se trató de un suicidio, pero el hermano no está de acuerdo y recurre a Strike para que le ayude a resolver el misterio que él jura encierra la muerte de Lula, su hermana. 



A partir de esta premisa, Rowling desarrolla una historia intensa, con un ritmo que no decae y que nos va envolviendo en el complejo mundo actual. Super modelos, estrellas efímeras, redes sociales, cantantes y actores sobre estimados, en fin, se ve de todo, y Rowling lo retrata con una ácida mirada. Creo que esta es una de las cosas que más he disfrutado de la historia, la forma en que se alterna el misterio y la resolución del caso con el retrato descarnado de cada personaje que interviene en la trama y que es a su vez una suerte de representación de este mundo de hoy, tan apegado a las apariencias. 

En sí el misterio no es precisamente sorprendente, me resultó bastante sencillo dar con el asesino, pero eso puede deberse a mi obsesión con Sherlock Holmes; una desarrolla una intuición bastante especial después de releer sus casos una y otra vez. El punto que me parece hace resaltar la historia de El canto del cuco es, como mencionaba, la soltura con que se desarrolla la trama, el excelente manejo de personajes y, otro plus, la maravillosa capacidad de descripción de Rowling. No conozco Londres, me encantaría hacerlo, pero mientras leía la historia fue como dar un paseo por esa ciudad y ha sido una experiencia fantástica.

El canto del cuco es una novela muy recomendada para todos quienes disfruten de una buena historia de misterio, detectives a la vieja usanza, y también para quienes, cómo yo, quieran conocer la pluma de una autora tan destacada de nuestro tiempo, como es J.K. Rowling. 

domingo, 23 de agosto de 2015

LA ABADÍA DE NORTHANGER: JANE AUSTEN



La vida de la joven Catherine Morland –miembro de la numerosa familia de un modesto clérigo rural–­ discurre apaciblemente en la campiña inglesa, donde se entrega con pasión a su distracción favorita: leer novelas de género gótico, llenas de pasadizos ocultos, mazmorras y misterios. Una invitación en la vida real, sin embargo, la lleva a la ciudad de Bath, donde ella y su hermano James establecerán relaciones con los Thorpe, ambiciosos y manipuladores, y los Tinley, vástagos de una distinguida familia cuya hacienda, que ostenta el pintoresco nombre de “Abadía de Northanger”, despierta en Catherine las más escalofriantes y deliciosas expectativas. Teñida de una fina ironía, "La abadía de Northanger" mezcla amores, conveniencias y apariencias, regalándonos como pocas obras el placer de la lectura.



Les comentaba en una entrada anterior que adquirí una nueva edición de Northanger Abbey o La abadía de Northanger, y aunque tenía pensado hacer una relectura en cuanto avanzara con mis pendientes, terminé leyéndolo casi de inmediato. En mi defensa, solo había leído la novela una vez y de eso han pasado algunos años, así que me pareció justo; además, se trata de Austen y con sus libros nunca me conduzco de forma lógica. 



Y sí, cuando de Austen se trata, nunca hay suficiente y de por sí La abadía de Northanger es uno de esos libros de los que menos se habla, lo que es comprensible, ya que valgan verdades quizá sea el más "sencillo" en toda la obra de la autora, que tampoco extraña mucho considerando que fue el primero que escribió. Curiosamente, creo que es esto lo que lo hace más interesante; el analizar la obra de una novelista como Austen desde el inicio, ver sus progresos y esos aspectos que desde aquí se convierten en los rasgos más resaltantes de su estilo. La fina ironía, ese cuestionar su entorno y la hipocresía de la sociedad que tanto le disgustaba, así como su firme decisión (una de las cosas que más admiro en ella) de enfrentar a sus personajes a mil aventuras con la seguridad de que al final tendrán un destino feliz o tanto como es posible en esta vida. Los enredos, malentendidos y metidas de pata, por así decir, están a la orden del día y pueden ser tan divertidos como desesperantes, de allí su encanto. 



Catherine Morland es un personaje delicioso en su sencillez y Austen se encarga de dejarnos claro desde el principio que no hay nada extraordinario en ella; en realidad la historia abre con un "Nadie que hubiera conocido a Catherine Morland en su niñez habría imaginado que el destino le reservaba un papel de heroína de novela", lo que puede parecer un poco cruel o sencillamente realista. Después de todo, es precisamente la aparente sencillez de Catherine lo que hace que el lector empatice de inmediato con ella, y su gusto por la lectura, de hecho, es un plus para quienes compartimos ese rasgo. Catherine no tuvo una niñez desdichada, ni padres opresivos o hermanos crueles; por el contrario, sin ser rica, viene de un hogar de economía desahogada, sus padres son encantadores, aunque un poco distraídos, lo que es lógico considerando que tienen muchos hijos, pero los quieren a todos y están siempre al pendiente de su felicidad. Catherine no muestra grandes dones, excepto por una imaginación desbordante, lo que aquí entre nos considero una bendición en toda regla, si bien concuerdo con quienes dirán que es en realidad un arma de doble filo, como tendrá que descubrir Catherine en su momento.



Entonces, cuando los Allen, un matrimonio vecino dueño de una importante fortuna la invitan a pasar una temporada con ellos en Bath, Catherine parte con la bendición de su familia y muy dispuesta a conocer algo de ese mundo del que solo ha leído en las novelas. Ingenua, generosa y siempre presta a pensar lo mejor de quienes le rodean, se ve de pronto enfrentada a la hipocresía e interés de un par de personajes que resultan ser de los más odiosos que he leído en mi vida, como son los Thorpe, dos hermanos que se acercan a ellas con distintas motivaciones, aunque ambas igual de viles; él, John, vive de apariencias y exageraciones, se considera mejor de lo que es y al creer que la situación de Catherine es mejor de lo que resulta ser en realidad, va tras ella sin pizca de tacto o buenas maneras; mientras que su hermana Isabella, exuberante y ególatra, se gana su amistad de inmediato con más astucia, aunque tiene la puntería puesta en el hermano de Catherine, pensando también que es un partido muy apetecible. Lo bueno de todo esto es que gracias al viaje y al roce que adquiere nuestra protagonista ve pronto en su camino a cierto caballero, el señor Henry Tilney, uno de los personajes más encantadores y divertidos del repertorio de Austen. Henry es joven también,  quizá no tanto como Catherine, pero tiene más experiencia y un agudo ingenio que me hace pensar si Jane no habrá puesto mucho de sí en él. Siempre tiene una frase ácida e infinitamente lúcida para compartir y sus conversaciones con Catherine son deliciosas.



¿Y la abadía? ¿Donde está la abadía?, se preguntarán. Es lógico, en su momento me lo pregunté yo también porque tenemos que avanzar bastante en la historia para conocerla, pero ocurre, se los aseguro y tiene mucho de esa magnífica apariencia que Catherine espera encontrar, así como algunos secretos que no lo son tanto, o que lo son, pero solo en esa imaginación desbordada de nuestra heroína que, al fin de cuentas, tampoco es una en toda regla, ¿verdad? Creo que ese es uno de los pilares de esta historia, las apariencias, ya lo decía Tolkien: "No es oro todo lo que reluce ni toda la gente errante anda perdida". ¿Cómo terminé citando a Tolkien en la reseña de un libro de Austen. En fin, eso pasa. 

Como notarán, esta ha sido una relectura que he disfrutado mucho y la recomiendo de corazón. Si son admiradores de Austen se encontrarán con su novela más divertida, y si apenas se animan a conocer la obra de esta gran novelista, les aseguro que es el inicio perfecto para familiarizarse con su estilo, no se arrepentirán. Sobre todo, no dejen de leer entre líneas, Jane siempre se las arregló para esconder verdaderas joyas de sabiduría en sus historias y aquí no faltan.






“No hay que desesperar de lograr aquello que deseamos, pues la asiduidad, si es constante, consigue el fin que se propone.”

domingo, 16 de agosto de 2015

FERIA DE LIMA 2015: EL BOTÍN



Como cada año, la Feria Internacional del libro se ha llevado a cabo en mi ciudad durante quince días y ha sido una delicia pasear entre pilas y pilas de libros en espera de una. No estaban todos los que quería, ni quería todos los que estaban, pero puedo decir que me hice un excelente botín en mis dos visitas. Porque sí, fui dos veces, y es que visitar la feria requiere de un plan estratrégicamente diseñado con antelación y cabeza fría. Lo ideal es darse una vuelta los primeros días para así encontrar novedades que con seguridad desaparecerán con rapidez, y luego procurar ir el último o penúltimo día a fin de aprovechar las muchas ofertas que se ponen a disposición del público. De modo que paso a mostrar mi botín y les cuento un poquito acerca de ellos y las circunstancias que me llevaron a traerlos para casa. 



Aquí la primera foto de familia, y como verán, hay de todo, lo que revela que tengo gustos muy variados e incluso extremos, pero creo que es lo más divertido de leer, la oportunidad de viajar a distintos mundos y gracias a estas bellezas planeo visitar muchos.



Las mujeres que escriben también son peligrosas. Jamás de los jamases pensé que sería posible dar con este libro en Lima, lo había visto en la red, así como a la entrega anterior, Las mujeres que leen son peligrosas, pero pensar en leerlo se me hacía casi una utopía. Pero, y he aquí el destino, lo encontré en el primer stand que visité, uno de una distribuidora. Estaba dando vueltas, me acerqué a una mesa de ofertas y allí estaba él, mirándome; bueno, no mirándome, pero entienden mi punto. Lo tomé en mis manos más rápido que volando, le di un par de miradas ansiosas y se lo llevé al dependiente, que se extrañó mucho porque me dijo que no lo había visto antes y que de haberlo hecho, se lo habría guardado para él (obvio que lo apreté más contra mi pecho y lo miré con desconfianza); y luego, cuando pasé por la caja, la cajera me dijo lo mismo, que de dónde lo había sacado porque a ella también se le había pasado y no tenían otro. A estas alturas saqué el dinero, pagué y volé como alma que lleva el viento. Solo por si acaso. Por cierto que lo devoré más que leerlo y es una verdadera joya.



La abadía de Northanger y Cumbres Borrascosas. Confieso que aún cuando he leído toda la obra de Jane Austen, como buena admiradora cada vez que encuentro nuevas ediciones de sus libros y están a buen precio, me los llevo a casa; sea como excusa perfecta para una relectura o para un regalo, son siempre bienvenidos, de allí la compra de esta bonita edición de La abadía de Northanger. Y respecto a Cumbres Borrascosas, de Emily Brontë, mi única edición está tan viejita que vi esta en las ofertas y no lo pensé dos veces; creo que si bien es una obra que me produce sentimientos encontrados (no soporto a sus protagonistas), no deja de ser un clásico extraordinario que siempre es bueno tener a mano.



La dama del antifaz. Jo Beverly es una de mis autoras de romance histórico favoritas, tengo varias de sus obras, pero hay tantas que creo jamás las conseguiré todas, así que toda nueva adición es siempre muy bien acogida. La dama del antifaz ha resultado, como siempre, una lectura muy entretenida y romántica, espero dar pronto con los otros libros de la serie.



El velo alzado. No he leído nunca nada de George Eliot, vergüenza la mía, así que en cuanto vi este libro pequeñito y con tan bonita portada, decidí que ya iba siendo hora de empezar con esta autora clásica. Espero empezarlo pronto.


Outlander. He aquí también una anécdota respecto a esta compra. Entré a una de mis distribuidoras favoritas, que tiene siempre libros muy interesantes y me topé con un alma afín en una dependienta, creo que es de lo que más disfruto de la feria, que la mayoría de los trabajadores son personas que adoran leer y están muy enterados del tema. Fui con la intención de comprar El jinete de bronce, de Paullina Simons, porque me han hablado maravillas de la saga, pero no lo tenían, y cuando fui a la editorial que se supone debía de haberlo traído me dijeron que no, que no contaban con él y que tampoco sabían si lo harían. Me dejó muy mal sabor el tema, odio cuando no llegan  los libros que me muero por leer. De modo que llegué a la distribuidora a llorar mis penas y resultó que la dependienta estaba en las mismas, enojadísima porque también quería leer esa saga. Al final, a media charla me dijo que tenían la nueva edición de Outlander, de Diana Gabaldon, en mi opinión uno de los mejores libros del género y que leí hace varios años, y decidí comprarlo para así consolarme un poco. Esta edición es mejorada, claro, y aquí entre nos la imagen de Sam Heughan en la portada ayuda mucho a paliar las penas. 


Por aquí la primera foto familiar de la segunda visita, también muy variada.



El canto del cuco. Me encanta la obra de J.K. Rowling, creo que es una escritora brillante y su saga de Harry Potter marcó un hito lector en mi vida, así que cuando supe de su aventura en el género policial, seudónimo mediante, me dije que lo leería tarde o temprano. Al verlo en la estantería me lo traje sin dudar y espero empezarlo pronto.


El misterioso duque. De nuevo Jo Beverley y su arte para crear historias románticas con mucho apego a la historia y situaciones realistas. Caerá pronto y estoy segura de que lo disfrutaré mucho.


Abraham Lincoln, Cazador de vampiros. Aquí me dirán: "¿Pero has perdido el juicio?". Y sí, también lo pensé, con eso de que cuando vi Orgullo y prejuicio y zombies casi me dio un síncope, muy loca tendría que estar para traerme esto a casa. Pero resulta que el año pasado, si no me falla la memoria, vi la adaptación al cine de este libro, y no me pregunten cómo o por qué, pero me encantó; luego me enteré de que Tim Burton fue uno de los productores y tuvo bastante que ver en su creación, lo que tal vez explique algunas cosas. De modo que cuando vi el libro con un precio bajísimo no lo pensé dos veces y cedí a un impulso, lo llevé para casa. Ya les contaré luego qué me parece, de por sí estoy segura de que será algo distinto a lo que estoy acostumbrada.


La segunda foto de familia, tres libros muy distintos, pero todos muy interesantes, o eso espero...


Antología de fantasmas. Confieso que vi la portada y me desconcertó, pero fue abrirlo y leer exactamente de qué iba para que lo llevara sin dudar. Es una recopilación de cuentos de fantasmas, tal y como dice el título, pero escritos por grandes maestros de la literatura, como Oscar Wilde, Edgar Allan Poe, Charles Dickens, Mark Twain, Mary Elizabeth Braddon y siguen firmas. Lo estoy leyendo a poquitos, saboreando, mejor dicho, y es una delicia. 



La llorona. Solo he leído un libro de Marcela Serrano, El albergue de las mujeres tristes, y no terminé de empatizar con los personajes ni de apreciar la historia en sí; pero me hablan tan bien de la autora que estoy decidida a intentar con otras de sus obras, y al ver esta, que es cortita y promete mucho, me la traje para casa. Por lo pronto ya me han comentado que es un libro duro, pero hermoso, así que espero empezarlo hoy mismo. 


Silas Marner. Y bueno, parece que el destino quiere apoyarme a cumplir mi objetivo de leer la obra de George Eliot porque en mi segunda visita di con otro de sus libros a un precio excelente, así que Silas Marner se suma a la colección. Veré con cuál empiezo.


Como una visita a la feria no es tal sin traer a casa un detalle friki, opté por esta bolsa para libros de El principito, uno de mis libros favoritos; me acompañará en mis próximas visitas a la librería, aunque mis pobres bolsillos van a necesitar un tiempo para recuperarse, pero cómo ha valido la pena.


¿Y bien? ¿Han leído alguno? ¿Les tienta un título? Se aceptan sugerencias y opiniones lectoras. 

jueves, 6 de agosto de 2015

LAS MUJERES QUE ESCRIBEN TAMBIÉN SON PELIGROSAS: STEFAN BOLLMANN


La literatura ha sido tradicionalmente un terreno reservado a los hombres y, hasta bien entrado el siglo XX, las pocas mujeres que se atrevían a tomar la pluma solían utilizar seudónimos masculinos para ocultar semejante acto de rebeldía. Sin embargo, ya en el siglo XIII algunas mujeres se atrevían a escribir en un mundo en el que sólo unas poquísimas privilegiadas tenían acceso siquiera a la lectura. Esta interesantísima y reveladora obra, llena de ilustraciones y fotografías, propone repasar la trayectoria de las escritoras más destacadas que ha dado la historia, como las hermanas Brontë, Jane Austen, George Sand o Virginia Woolf.



Como cada año, julio e inicios de agosto nos han dado a los limeños la oportunidad de acceder a un espacio tan especial como es la Feria Internacional del Libro o, como los amantes de la lectura le llamamos, El Paraíso. Cierto que no hubo todo lo que una esperaría encontrar ni los precios que puedan parecer más accesibles, pero con paciencia, tiempo, e ilusión, es posible encontrar verdaderas joyitas, como esta maravilla que traigo hoy al blog.

A estas alturas se habrá notado ya que siento fascinación por las autoras clásicas por su innegable talento y por lo que significaron para su época, así como por su influencia en las nuevas generaciones. Las mujeres que escriben también son peligrosas es una delicia para la vista, una suerte de ensayo que nos asegura una lectura amena y más de una llamada a la reflexión, además de facilitarnos información acerca de aquellas autoras que admiramos, de las que hemos oído hablar y nos producen un poco de curiosidad, y también de las que quizá no sabemos absolutamente nada, pero tuvieron un papel importante en su época. 



Las hermanas Brontë (Anne es mi favorita), Jane Austen, Virginia Woolf, Marguerite Duras, George Sand, y montones de otras extraordinarias mujeres que hicieron historia son retratadas en este libro de forma honesta y concisa, resaltando detalles poco conocidos de sus vidas y entorno, de forma que las sentimos más cercanas que nunca. Pero no crean que solo encontrarán menciones a grandes autoras clásicas, también hay un apartado para escritoras contemporáneas, como Isabel Allende, Tony Morrison, y algunas otras. 

El papel de la mujer a lo largo de la historia siempre ha sido complejo, y en lo que se refiere a la escritura quizá un poco más debido a la discriminación de la que fueron objeto por considerarlo un campo al que solo los hombres tenían derecho y las cualidades para desarrollarlo de forma óptima, algo que en cierta medida aún perdura y resulta interesante leer al respecto para ver cuánto se ha avanzado al respecto y qué es lo que nos queda por hacer para desterrar esos prejuicios tan absurdos.

Me quedo con la idea de que sí, las mujeres que escriben son peligrosas, tanto como las que leen o simplemente se dedican a dar un paso más en la búsqueda de la igualdad. Y en el proceso, muchas de ellas, como las excelentes autoras que en este libro son retratadas, crean verdaderas obras de arte por las que todos les estamos muy agradecidos. Un libro muy recomendable.