domingo, 11 de enero de 2015

LA EDAD DE LA INOCENCIA: EDITH WHARTON



Cuando la condesa  Olenska regresa a Nueva York tras un fallido matrimonio con un conde ruso, es acogida por su familia en un entorno plagado de desdeñable curiosidad, fingida amabilidad y falsos testimonios. Newland Archer, el prometido de su prima May, se ofrece para asistirla y apoyarle en todo cuanto pueda necesitar durante su periodo de adaptación a su nueva vida, sin embargo el inocente ofrecimiento se complica ante su inesperado enamoramiento de la condesa. Archer desprecia la soberbia que destila su propia clase social, sin embargo no puede prescindir de ella, está atrapado en su propia red y no ve escapatoria. El miedo a sí mismo y a la decepción le obligan a tomar la decisión que condicionará el resto de su vida. Una bella historia de amor ambientada en 1870 en la que la máxima es la apariencia y el deseo contenido de los personajes principales, el telón de fondo.



Si bien hace mucho tiempo deseaba leer esta novela, confieso que temía que mis altas expectativas se vieran defraudadas; pero por fortuna eso no ha pasado, al contrario, he quedado fascinada con la historia y, una vez más, rendida a los pies de Edith Wharton. En su momento reseñé Ethan Frome, una corta historia de esta autora que me encantó también, y creo haber mencionado su corto ensayo, Construir una novela, como una segunda Biblia personal. Y es que sí, Edith Wharton escribía de forma maravillosa y era dueña, además, de una claridad mental envidiable que le permitía plasmar de forma perfecta sus ideas en sus obras, fueran estos relatos de ficción o ensayos. Y como si eso fuera poco, tenía el punto preciso de ácido ingenio para retratar de forma brillante y con fina ironía a los personajes más deliciosos y las situaciones más complejas, disfrazadas de engañosa sencillez.








"El gusto por lo habitual era como ceniza en su boca. Había momentos en los que se sentía como si estuviera enterrado vivo bajo su propio futuro"











Wharton obtuvo el premio Pulitzer gracias a esta obra y no pudo ser más merecido. La trama no parece complicada, y es conocida por todos porque aún cuando no se haya leído el libro es casi imposible no haber caído rendidos ante la estupenda adaptación para el cine que hizo Martin Scorsese hace algunos años. Y un punto curioso a resaltar aquí respecto a esta película, es que el propio realizador reconoció que apenas hizo algunos ajustes a la historia, no necesitaba más; se dice con frecuencia que La edad de la inocencia marca una pauta en lo que a guiones cinematográficos se refiere.

Pero volviendo con la historia, nos encontramos en Nueva York en 1870, donde una rígida sociedad impone la norma, una plagada de hipocresías y verdades a medias. Newland Archer, uno de los protagonistas más inocentes y de alma más cándida acerca de los que he leído, está comprometido con la joven May, tan inocente en apariencia como se podría esperar en una joven de esa época, y él se siente extremadamente afortunado por ello; pero entonces aparece en escena la misteriosa condesa Ellen Olenska, quien regresa con su familia tras abandonar a su esposo, un cruel conde ruso con pésima reputación. Desde luego, en una sociedad en la que si bien se permite el divorcio, pero no el escándalo que conlleva, la irrupción de este personaje ocasiona todo un terremoto, uno que se lleva con excelentes maneras y emociones controladas, pero el impacto es innegable. 








"..tú no podrías ser feliz si eso significara ser cruel. Si actuamos de otro modo te estaría haciendo actuar en contra de aquello que más amo de ti y yo no puedo regresar a esa forma de pensar. No puedo amarte a menos que renuncie a ti."









Newland, en un principio se muestra crítico frente a la llegada de esta mujer, pero con el paso del tiempo irá acercándose a ella hasta ver tambalear los cimientos de sus creencias, y entonces... Bueno, no desgranaré la historia por si no han leído el libro o visto la película, que recomiendo hacer ambas cosas, por cierto, y pronto; pero lo que sí les diré es que se trata de una historia imprescindible, fascinante y contada con tanta soltura, ingenio y buen oficio, que es imposible no cerrar el libro con la sensación de haber pasado horas de horas en otro tiempo, rodeados por personajes que se quedan por siempre en nuestra memoria y cuyo fin es un poco nuestro también. Muy, pero que muy recomendable. 







"Era el espíritu del exquisito dolor romántico. La idea de que el sólo roce de la mano de una mujer era suficiente. La idea de que verla al otro lado de la habitación le mantendría vivo otro año más". Martin Scorsese 

13 comentarios:

Kike dijo...

Hola Claudia, una gran novela la que traes hoy. Y una buen adaptación cinematográfica con Michelle Pfeiffer y Daniel Day Lewis. Una historia para leer o ver y disfrutarla con calma.

Un saludo y enhorabuena por tus dos nuevas historias.

Nena Kosta dijo...

Sí, vi la película, me falta leer la novela que, seguramente, me ha de gustar más, aunque la película me encantó en su momento.
Magnífica tu reseña.
Un beso

Historialibros dijo...

Hace muchísimo tiempo que leí esta novela, justo después de ver la película y, la verdad, es que me gustó bastante.

Candy dijo...

Hola, tiene muy buena pinta, no sabia nada de el, ni de una película.
Gracias por la información,lo tendré en cuenta.
Besos

Enzo dijo...

Este clásico me parece muy atractivo así que me lo llevo para mis futuras lecturas. Con tu explicación me has convencido sobradamente.
Un beso.

Mientrasleo dijo...

Qué maravilla de libro y qué fantástica la adaptación cinematográfica.
Me encantó
Besos

Violeta dijo...

Hola preciosa!
No he leído la novela, pero sí recuerdo a ver visto la película. Besotes

J.P. Alexander dijo...

A mi me gusto mucho esta novela. Te mando un beso y te me cuidas

Elizabeth Bowman dijo...

Una historia maravillosa (¡si es que no hay nada comparable a los clásicos!)y aunque nunca pude tolerar demasiado a Madame Olenska (a pesar de ser una víctima más de sus propias circunstancias) yo siempre me incliné más por May.
Adoré en el libro la parte en la que mencionan los anillos de boda del matrimonio con su leyenda grabada: "De Newland a May". Bonito, aunque el amor de Newland resultara efímero.

La película adorable! Ya te comenté una vez que Day Lewis es un actor como la copa de un pino y hasta ahora no me ha defraudado en ninguna de sus interpretaciones (ve si no El último Mohicano o El Crisol). Y Winona es una de mis niñas bonitas, así que... no podía fallar.

Besos!

Leyna dijo...

He visto la película, pero el libro no lo he leído xD

¡Un abrazo! =)

Margari dijo...

No he visto la peli ni leído el libro... Es de esas pelis que siempre he evitado leer para poder disfrutar del libro. Y por todo lo que cuentas, creo que ya es hora de que me anime con él.
Besotes!!!

Meg dijo...

Un eterno pendiente que espero no tardar en leer, me gusta mucho lo que cuentas. Un besote!

Fawn dijo...

Hola hadita linda! Vi hace tiempo la peli y me gustó mucho, así que tendré en cuenta la peli y más con la reseña tan bonita que has hecho :D

Besos de colores, linda!