Bueno, hoy quiero hablarles de un libro muy especial, escrito también por una persona muy especial.
María Border es una autora argentina a quien he tenido la fortuna de leer y a quien admiro mucho, me gusta su estilo porque tanto puede escribir novelas de época (En Peakland y Jane Thompson son sus primeras obras) como contemporáneas, tal y como la novela de la que vengo a contarles, El dueño de mi arte.
En sí la sinopsis atrapa, porque llama la atención el leer una historia romántica en la que los protagonistas sienten una gran atracción, pero donde se puede ver que hay constantes enfrentamientos entre ellos. La sinopsis es esta:
Julieta Figueroa Paz era un torbellino caprichoso de cinco años cuando conoció a Lautaro Díaz Villar un poco mas grande que ella. Él la llamó “linda” y le regaló las primeras acuarelas con las que Julieta descubrió su pasión por pintar.
La atracción crecerá con ellos en el tiempo. Cada encuentro estará signado por la fascinación que se tienen, pero ambos son orgullosos y desafiantes y ninguno está acostumbrado a perder.
Él peleará por poseer sus pinturas y a Julieta.
Julieta será una contrincante difícil y aceptará cada desafío.
“Siempre hago lo que se me da la real gana Julieta. Creí que lo sabías”.
Bien, sin spoilear, cosa que odio y procuro no hacer, porque a nadie le gusta que le adelanten lo que pasa en un libro, puedo decir que este me ha gustado mucho porque más allá de una historia de amor, que lo es, es también una de aprendizaje, de madurez, y eso es siempre muy interesante para leer. María nos presenta a la protagonista, Julieta, la persona a través de quien viviremos la historia, siendo apenas una niña, y podemos ver su crecimiento, con momentos muy importantes de su vida marcados por la presencia de Lautaro, esa contraparte en la que encuentra no solo alguien por quien se siente atraída, sino también un contrincante para su carácter.
En lo personal, me gustan los personajes humanos, que tienen fallas, la perfección siempre me resulta un poco irreal; no que tenga problemas con los personajes que parezcan tener más virtudes que defectos, pero prefiero que muestren el lado más humano posible, el más real, alguien con quien te puedas identificar, o en todo caso, que te despierte alguna emoción. Digo sin dudar que en las primeras partes del libro, a Julieta la quería matar, y tal vez suene mal, pero es la verdad, porque me volvía loca ese carácter caprichoso, y eso es precisamente a lo que me refiero, que un personaje te despierte emociones es muy importante; entonces caes en la cuenta de que el escritor o escritora ha hecho un gran trabajo, porque ha sabido delinear tan bien las características de sus personajes que consigue una reacción. Lautaro es también un personaje interesante, mucho, porque si bien tiene un carácter similar al de Julieta, desafiante, le rodea también un aura de misterio, ya que la narración no es vista desde su lado, por decirlo de alguna forma, y quieres saber qué pasa con él, por qué hace las cosas que hace, qué siente en realidad, qué lo lleva a actuar de determinada manera... Hay personajes secundarios, claro, unos a los que les tomé más cariño que a otros, pero ninguno pasa desapercibido.
Otra cosa que disfruté mucho del libro, es el sentido del humor con el que María narra muchas situaciones, eso me encantó; que podías estar en medio de una situación tensa, pero algún personaje salía con la frase justa para aligerar el ambiente y robarte una buena risa.
En sí, una historia muy linda, divertida, apasionada, romántica; no hay manera de leerla y no pasarla bien con ella, la recomiendo muchísimo.
Pueden encontrarla en Amazon.es y Amazon.com tanto en versión digital como física, seguro que no se arrepentirán una vez que la hayan leído y ojalá luego puedan venir para aquí y contarme qué tal la pasaron con ella.
Dejo el precioso booktrailer de la novela para terminar de tentarlos.