miércoles, 22 de enero de 2014

NOTICIAS, NOTICIAS...



Me gusta hacer una entrada en la que comente novedades relacionadas con la escritura cada tanto; después de todo, una de las principales razones por las que creé este blog fue justamente el tener un espacio en el que pudiera comentar con ustedes todo lo que ocurre en la aventura que emprendí hace un tiempo, que a veces parece muy lejano, y otras no tanto. Creo que eso es lo que pasa cuando haces algo que te gusta tanto, que el tiempo pierde importancia y se hace muy relativo.



En primer lugar, como habrán podido notar, o eso espero, decidí cambiar la música que los recibe. "¿Y qué tiene eso que ver con la escritura?", se preguntarán, y con razón. Bueno, creo haberles comentado alguna vez lo importante que es la música en mi vida, y es fundamental en el proceso de escritura, tanto que, salvo casos extremos, no me imagino escribiendo sin música de fondo. Y como si eso fuera poco, según avanzo una historia, a veces incluso desde su inicio, me acompañan determinadas canciones que pasan a formar parte de la historia; relaciono melodías con personajes, con situaciones, etc. Como les conté hace unos meses ya, terminé una novela a la que le tengo mucho cariño, una del género romántico histórico, que disfruto escribir, y la envié a dormir el sueño de los justos. Bueno, llegó el momento en que me decidí a darle una cariñosa sacudida para que despertara y tras un largo proceso de edición, la tengo al fin terminada y en proceso de maquetación. Aún no tengo del todo claro cuándo verá la luz, porque hay que trabajar a paso lento y seguro para ello a fin de presentarla tal y como deseo, pero sí que quería adelantarme un poquito compartiendo la que puedo llamar su "banda sonora"; las canciones que me acompañaron durante su creación, unas muy especiales que, para mí, son tan partes de la historia como cada personaje. Espero que disfruten esta nueva selección, porque no solo comparto parte importante de mí, sino que además creo que siempre viene bien un cambio y este es uno que deseaba hacer por aquí.



Otra cosa que deseo compartir es que desde hace unos días formo parte de un club, un club muy especial, formado por personas más especiales aún y a quienes me une un fuerte lazo de amistad y admiración. Se trata del Club de las escritoras de la pluma azul, un espacio que aprecio mucho porque está conformado por cuatro encantadoras mujeres, excelentes escritoras, cada una con un estilo muy particular. Raquel Campos, Lury Margud, Dama N. Payton y Armandina  Laurenco son sus integrantes; ellas tuvieron la gentileza de ofrecerme un espacio en su casa y desde luego que acepté con mucho gusto. Comento con frecuencia lo genial que es haber conocido a personas tan importantes en esta aventura y el ser parte del club es simplemente maravilloso. Les dejo AQUÍ el link a la encantadora entrada de bienvenida que prepararon para mí.



Y por último, pero no por ello menos importante, quería contarles que hace muy poquito mi segunda novela, Dime si es amor, cumplió noventa días entre los libros más vendidos en versión digital en Amazon.es, algo que me hace una ilusión tremenda. Noventa días son muchos días, en particular en estos tiempos en que hay tantos y tan buenos libros que llegan a nosotros. De modo que quiero agradecer por aquí a todas las personas que han mostrado interés en él, a quienes dejaron algún comentario amable en Amazon, hicieron una reseña, en fin, todo. Tanto apoyo y consideración es invaluable, lo agradezco de todo corazón; esto me inspira a emprender los proyectos aún con mayor ilusión y ahínco.



jueves, 16 de enero de 2014

LOS CUENTOS VAGABUNDOS DE ANA MARÍA MATUTE



Les he contado alguna vez que tengo debilidad por conocer acerca de lo que pensaban, y piensan, las grandes mentes de la literatura acerca del arte de escribir, porque así es como lo veo, un arte que tiene mucho de mística y algo más de practicidad. Busco libros, viejos ensayos, conferencias, etcétera, por el gran placer de perderme entre las palabras y descubrir aquellos puntos que pueda tener en común con sus opiniones, así como meditar acerca de aquellos en los que diferimos.

Hace poco encontré un texto relativamente corto de Ana María Matute, una escritora con la que apenas empiezo a encontrarme, y que me ha enamorado pronto. En los párrafos que quiero compartir, ella habla acerca del cuento, ese género tan complejo e intenso, y lo hace de forma fantástica, con ese estilo suyo tan... mágico, y es que no se me ocurre otra forma de describirlo, porque así lo siento. 

Cuando leo un texto como este, siento como si me envolviera una manta cálida en tanto un narrador me susurra con palabras dulces una historia hermosa y familiar, y es curioso, porque al fin y al cabo, creo que esa es la mejor forma de describir un cuento. Aquí Ana María Matute lo hace valiéndose de su talento y recuerdos, y creo que pueden disfrutarlo tanto como yo, de modo que lo comparto. 



LOS CUENTOS VAGABUNDOS

Pocas cosas existen tan cargadas de magia como las palabras de un cuento. Ese cuento breve, lleno de sugerencias, dueño de un extraño poder que arrebata y pone alas hacia mundos donde no existen ni el suelo ni el cielo. Los cuentos representan uno de los aspectos más inolvidables e intensos de la primera infancia. Todos los niños del mundo han escuchado cuentos. Ese cuento que no debe escribirse y lleva de voz en voz paisajes y figuras, movidos más por la imaginación del oyente que por la palabra del narrador.

He llegado a creer que solamente existen media docena de cuentos. Pero los cuentos son viajeros impenitentes. Las alas de los cuentos van más allá y más rápido de lo que lógicamente pueda creerse. Son los pueblos, las aldeas, los que reciben a los cuentos. Por la noche, suavemente, y en invierno. Son como el viento que se filtra, gimiendo, por las rendijas de las puertas. Que se cuela, hasta los huesos, con un estremecimiento sutil y hondo. Hay, incluso, ciertos cuentos que casi obligan a abrigarse más, a arrebujarse junto al fuego, con las manos escondidas y los ojos cerrados.

Los pueblos, digo, los reciben de noche. Desde hace miles de años que llegan a través de las montañas, y duermen en las casas, en los rincones del granero, en el fuego. De paso, como peregrinos. Por eso son los viejos, desvelados y nostálgicos, quienes los cuentan.

Los cuentos son renegados, vagabundos, con algo de la inconsciencia y crueldad infantil, con algo de su misterio. Hacen llorar o reír, se olvidan de donde nacieron, se adaptan a los trajes y a las costumbres de allí donde los reciben. Sí, realmente, no hay más de media docena de cuentos. Pero ¡cuántos hijos van dejándose por el camino!



Mi abuela me contaba, cuando yo era pequeña, la historia de la Niña de Nieve. Esta niña de nieve, en sus labios, quedaba irremisiblemente emplazada en aquel paisaje de nuestras montañas, en una alta sierra de la vieja Castilla. Los campesinos del cuento eran para mí una pareja de labradores de tez oscura y áspera, de lacónicas palabras y mirada perdida, como yo los había visto en nuestra tierra. Un día el campesino de este cuento vio nevar. Yo veía entonces, con sus ojos, un invierno serrano, con esqueletos negros de árboles cubiertos de humedad, con centelleo de estrellas. Veía largos caminos, montañas arriba, y aquel cielo gris, con sus largas nubes, que tenían un relieve de piedras. El hombre del cuento, que vio nevar, estaba muy triste porque no tenía hijos. Salió a la nieve, y, con ella, hizo una niña. Su mujer le miraba desde la ventana. Mi abuela explicaba: «No le salieron muy bien los pies. Entró en la casa y su mujer le trajo una sartén. Así, los moldearon lo mejor que pudieron.» La imagen no puede ser más confusa. Sin embargo, para mí, en aquel tiempo, nada había más natural. Yo veía perfectamente a la mujer, que traía una sartén negra como el hollín. Sobre ella la nieve de la niña resaltaba blanca, viva. Y yo seguía viendo, claramente, cómo el viejo campesino moldeaba los pequeños pies. «La niña empezó entonces a hablar», continuaba mi abuela. Aquí se obraba el milagro del cuento. Su magia inundaba el corazón con una lluvia dulce, punzante. Y empezaba a temblar un mundo nuevo e inquieto. Era también tan natural que la niña de nieve empezase a hablar... En labios de mi abuela, dentro del cuento y del paisaje, no podía ser de otro modo. Mi abuela decía, luego, que la niña de nieve creció hasta los siete años. Pero llegó la noche de San Juan. En el cuento, la noche de San Juan tiene un olor, una temperatura y una luz que no existen en la realidad. La noche de San Juan es una noche exclusivamente para los cuentos. En el que ahora me ocupa también hubo hogueras, como es de rigor. Y mi abuela me decía: «Todos los niños saltaban por encima del fuego, pero la niña de nieve tenía miedo. Al fin, tanto se burlaron de ella, que se decidió. Y entonces, ¿sabes qué es lo que le pasó a la niña de nieve?» Sí, yo lo imaginaba bien. La veía volverse blanda, hasta derretirse. Desaparecería para siempre. «¿Y no apagaba el fuego?», preguntaba yo, con un vago deseo. ¡Ah!, pero eso mi abuela no lo sabía. Sólo sabía que los ancianos campesinos lloraron mucho la pérdida de su pequeña niña.

No hace mucho tiempo me enteré de que el cuento de la Niña de Nieve, que mi abuela recogiera de labios de la suya, era en realidad una antigua leyenda ucraniana. Pero ¡qué diferente, en labios de mi abuela, a como la leí! La niña de nieve atravesó montañas y ríos, calzó altas botas de fieltro, zuecos, fue descalza o con abarcas, vistió falda roja o blanca, fue rubia o de cabello negro, se adornó con monedas de oro o botones de cobre, y llegó a mí, siendo niña, con justillo negro y rodetes de trenza arrollados a los lados de la cabeza. La niña de nieve se iría luego, digo yo, como esos pájaros que buscan eternamente, en los cuentos, los fabulosos países donde brilla siempre el sol. Y allí, en vez de fundirse y desaparecer, seguirá viva y helada, con otro vestido, otra lengua, convirtiéndose en agua todos los días sobre ese fuego que, bien sea en un bosque, bien en un hogar cualquiera, está encendiéndose todos los días para ella. El cuento de la niña de nieve, como el cuento del hermano bueno y el hermano malo, como el del avaro y el del tercer hijo tonto, como el de la madrastra y el hada buena, viajará todos los días y a través de todas las tierras. Allí a la aldea donde no se conocía el tren, el cuento caminando.

El cuento es astuto. Se filtra en el vino, en las lenguas de las viejas, en las historias de los santos. Se vuelve melodía torpe en la garganta de un caminante que bebe en la taberna y toca la bandurria. Se esconde en los cruces de los caminos, en los cementerios, en la oscuridad de los pajares. El cuento se va, pero deja sus huellas. Y aun las arrastra por el camino, como van ladrando los perros tras los carros, carretera adelante.

El cuento llega y se marcha por la noche, llevándose debajo de las alas la rara zozobra de los niños. A escondidas, pegándose al frío y a las cunetas, va huyendo. A veces pícaro, o inocente, o cruel. O alegre, o triste. Siempre, robando una nostalgia, con su viejo corazón de vagabundo.


martes, 7 de enero de 2014

BOOK TAG LITERARIO



Vi este Book-tag en el blog de Margari, Mis lecturas y más cositas y no he podido resistirme a hacerlo también porque me ha parecido fantástico. Además, creo que es un medio para conocer un poco más acerca de nuestros gustos respecto a la lectura; invito a quien quiera hacerlo a que se anime. Allí vamos:



1. ¿Audiolibro o libro en mano?

Aunque creo que un buen audiolibro es encantador, prefiero el libro en mano, definitivamente. Qué placer más grande que pasar página tras página de un libro...

2.¿Tapa blanda o dura?

Prefiero los libros de tapa dura porque son más resistentes, digamos, y ya que tengo por costumbre llevarlos a todos lados conmigo, odio someterlos a un maltrato innecesario. Sin embargo, los de tapa blanda no están nada mal y supongo que, como la mayoría, optamos muchas veces por ellos por el precio.

3. Vida real o fantasía:

Asumo que se refieren a si prefiero libros de un género u otro, y es una pregunta curiosa para mí. Verán, me encantan algunos libros de fantasía, cuento varios de ellos entre mis favoritos de toda la vida, pero tengo una debilidad tremenda por las historias de la vida diaria, esas que puede vivir cualquier ser humano y que me llegan de una forma particular. Las personas somos tan, pero tan complejas, y nuestros actos a veces tan difíciles de comprender, que superan con facilidad toda historia fantástica.



4. Harry Potter o Crepúsculo:

He leído ambas sagas, y definitivamente Harry Potter; creo que ni siquiera hace falta explicar las razones.

5. Libro prestado o comprado:

Conozco a pocas personas que tengan el hábito de la lectura, y aún cuando no fuera así, no me gusta pedir libros prestados, así como tampoco los prestaría yo; soy celosa con ellos, y como decía Ana, la de Tejas Verdes, es verdad eso de que cuando prestas un libro y regresa a ti, ya no es el mismo. 

6. ¿Un libro o trilogía?

No tengo problemas con seguir una trilogía o saga si es que me llama mucho la atención, pero esto solo cuando siento que la historia lo merece; me molesta un poco cuando siento que una novela puede concluir de forma fantástica, pero es alargada de modo innecesario. 



7. ¿Libros extensos o cortos pero lindos?

¡Que vengan todos los libros a mí! De cualquier extensión, que todos me gustan. En verdad, me he topado con verdaderas joyas en unas cuantas páginas, como me ha ocurrido que he sentido otros larguísimos a los que les sobraban. Para llegar a una buena conclusión, que sean las justas y necesarias, todos los lectores lo apreciamos.

8. ¿Enfoque romántico o acción?

Si me dan a escoger entre esos dos en particular, romántico sin dudar. De por sí leo de todo, pero soy una romántica empedernida y me encantan ese tipo de historias. 



9. ¿Chocolate caliente o leche?

¡Té! No, no es que me ponga rebelde, es que adoro el té en todas sus presentaciones, es mi debilidad, en especial si tengo una buena taza al lado de un buen libro. Pero para responder a la pregunta, me quedo con la leche, no soy una fan del chocolate. 

10. ¿Leer la reseña o decidir por tu cuenta?

Un poco de ambos; es más, creo que lo primero puede muchas veces llevar a lo segundo. Cuando leo reseñas de algunos libros, las analizo, y si me convencen los argumentos que tan amablemente comparten los reseñadores, pues según eso decido y ya está. 

11. ¿Qué tipo de literatura te gusta?

No estoy segura de si se refieren a géneros por aquí. Creo que podría decir que lo que más busco en un libro, independientemente del género al que pertenezca, es que me haga sentir y, algo primordial, que me presente personajes que me despierten muchas emociones; negativas o positivas, da igual, pero necesito sentirme incluida en la historia y que esta me envuelva de forma que por el tiempo que dure, es como si fuera parte de ella. 

12. ¿Clásicos o contemporáneos?

Aunque últimamente se me ha dado por leer algunos clásicos, también voy por los contemporáneos, no hago distinción; mientras el libro sea bueno, bienvenido sea.



13. ¿Libro que te inició en la lectura?

Creo que lo mencioné alguna vez por aquí, fue María de Jorge Isaacs, que lo leí llevada por la obligación, ya que estaba dentro de la currícula escolar, pero me parece que es el primer libro que leí y realmente disfruté.

14. ¿Libro que estás leyendo en este momento?

Mientras escribo estas líneas, he sido secuestrada por la historia de Matilda, de Roald Dahl, que me tiene enamorada.

15. ¿Libro que no recomendarías?

¡Qué pregunta! En verdad me pone en un aprieto porque creo que es un tema muy subjetivo y odiaría hablar mal de un autor y su obra cuando es posible que a otros les pueda gustar, de modo que me abstengo.

16. ¿Te gusta regalar libros?

Me encanta, me provoca una ilusión tremenda. Lamentablemente, no conozco a muchas personas que sean cercanas a quienes les guste leer, pero si se presenta la oportunidad, lo hago con gusto.



17. ¿Hora favorita para leer?

No tengo una en particular; en todo caso, diría que prefiero hacerlo cuando puedo disfrutar de un momento de completa tranquilidad, mi libro y yo, y una buena taza de té, claro.

18. ¿Libro o película?

Definitivamente, el libro. Aunque hay algunas buenas adaptaciones de libros para el cine, son pocas, y siempre me quedaré con la obra en sí.

19. Los libros que lees, ¿te los recomiendan o sabes de su existencia?

Un poco de ambos, tanto leo por recomendación, como por curiosidad personal, y así me he encontrado con historias fantásticas.



20. Menciona un libro que recomendarías.

Siempre recomiendo Orgullo y Prejuicio, de Jane Austen, una de mis obras y autoras favoritas, y hasta ahora puedo decir que es una recomendación muy bien dada porque no he recibido quejas.

viernes, 3 de enero de 2014

REGALO DE REYES



Me gusta esta costumbre en algunos lugares del mundo en que se celebra con regalos la llegada de los Reyes Magos el 06 de enero, y si bien en mi país no es norma (aquí entre nos, con la Rosca de Reyes me doy por muy agradecida), estuve pensando en que me gustaría tener un detallito por esta fecha y ya que la economía no está muy boyante que digamos, se me ocurrió que podría ofrecer algo completamente mío y que pueda gustarles, o al menos que les inspire un poco de curiosidad y que luego, bueno, tal vez lo lean y les guste, o eso espero.



De modo que corrí a Amazon y puse en promoción mi comedia romántica, Dime si es amor, para que puedan descargarla de forma gratuita durante los días 04, 05 y 06 de enero; es decir, durante todo el fin de semana y hacerse así con ella. 

Los enlaces son estos:




Es algo humilde, pero de corazón, y espero que les guste, que a mí me encantó escribirla y ojalá que eso pueda llegar a través de las palabras, que al fin y al cabo de eso se trata la magia de la escritura.

Aprovecho también esta entrada para darles las gracias por sus buenos deseos en la entrada anterior para este año; espero que su amabilidad regrese a ustedes multiplicada por mil.